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El CJNG pelea Tamaulipas

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez

Razones

Es absurdo decir que en Tamaulipas no pasa nada, que los enfrentamientos de esta semana, que duraron, mínimo, cuatro días en por lo menos tres municipios en torno a Reynosa, “no afectaron a la población”. Es más ridículo aún sostener que todo ello es simplemente una acción “para desestabilizar” al gobierno de Américo Villarreal (que está haciendo todo para autodesestabilizarse) o que detrás de los virtuales combates que se vivieron en esa parte de la frontera está el exgobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que ni remotamente tiene poder como para generar tales enfrentamientos.

La verdad está en la información que se ha generado en torno al tema por las propias autoridades de seguridad. Lo que tenemos es un nuevo capítulo de una lucha que inició hace ya muchos años y que ha adquirido diferentes formas, pero siempre con un mismo resultado final: violencia, muerte, destrucción y expoliación de la población.

El Cártel Jalisco Nueva Generación es el que está intentando ingresar en Tamaulipas y controlar Reynosa y, si fuera posible, Matamoros. Nuevo Laredo parece ser una plaza demasiado consolidada para el Cártel del Golfo. Pero, según los propios comunicados de esta organización criminal, dos de sus cabezas en Reynosa y los municipios colindantes se pasaron al CJNG, lo que coincidió, además, con la detención por fuerzas militares de La Cabra, otro de sus principales líderes en Miguel Alemán.

El día del inicio de los enfrentamientos ingresaron a San Fernando 20 camionetas, muchas de ellas blindadas, con hombres gritando consignas del CJNG y se enfrentaron con sicarios del Golfo y también con fuerzas de seguridad (increíblemente escasas ante estos hechos en un estado con fuerte presencia de la Guardia Nacional y militares e, incluso, con una policía estatal más o menos estructurada).

El CJNG siempre ha querido entrar en Tamaulipas y ahora lo necesita más, porque el Cártel del Pacífico, con sus diferentes grupos, está controlando buena parte de la frontera. El CJNG nació en Michoacán, como Cártel de Los Valencia, luego fue llamado del Milenio; con la boda de Nemesio Oseguera y Rosalinda, se aliaron con Los Cuinis y terminaron siendo uno de los principales brazos operativos de Ignacio Nacho Coronel, que era el jefe del Pacífico en Jalisco y el corredor hacia Colima y parte de Michoacán.

Cuando Coronel muere en un enfrentamiento se convierten en una organización autónoma, pero todavía relacionada con el Cártel del Pacífico. Se dan a conocer como Los Matazetas e inician una cruenta lucha contra esa organización, que se había escindido del Golfo y había detonado la ola de violencia que se vivió desde 2004 hasta el día de hoy.

En aquellos años de Los Matazetas, el Cártel del Pacífico con sus aliados locales, lo que luego fue el CJNG, se enfrentaban a una alianza en la que participan Los Zetas, Los Beltrán Leyva y el Cártel de Juárez, de Vicente Carrillo (el hermano de Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, muerto en 1997). La lucha fue brutal y duró años, pero la organización que dirigían El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada y El Azul Esparragoza logró derrotar a los tres grupos aliados que, además, no pudieron soportar los embates de las fuerzas de seguridad federales, que se redoblaron ante el increíble grado de violencia que utilizaron, sobre todo, Los Zetas.

Los Matazetas, tras la derrota de Los Zetas y cada vez más lejos del Cártel del Pacífico, se convirtieron en el CJNG y terminaron de romper con sus antiguos socios, casi al mismo tiempo en que fue detenido, por tercera ocasión, El Chapo Guzmán. Cuando Guzmán fue extraditado a Estados Unidos, en enero de 2014, ya incluso estaban enfrentados, sobre todo con la fracción de Los Chapitos. La detención de Dámaso López, El Licenciado, también enfrentado con Los Chapitos y contacto del Cártel del Pacífico con el CJNG, acentúo ese conflicto.

La fracción del Cártel del Golfo, que estuvo enfrentada con Los Zetas y aliada con el Cártel del Pacífico en aquellos años, quedó muy debilitada, pero sobrevivió. Siguió con buenas relaciones, dicen, con el Pacífico, un grupo que, a pesar de sus enfrentamientos internos, se ha convertido cada vez más hegemónico en la frontera.

El CJNG se alió con los grupos de Caro Quintero y los remanentes de Los Beltrán Leyva para disputarle Sonora a Los Chapitos, pero la caída de Caro Quintero y varios de sus operadores parece haberlos debilitado. También en Baja California y Chihuahua Los Chapitos parecen haber logrado crecer.

En esa lógica, y en guerra en Michoacán, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, el CJNG decidió ir por toda la zona de Reynosa, un punto estratégico de la frontera en un momento, además, en que los golpes de las autoridades han debilitado a los grupos locales que siempre han mantenido para sí ese territorio.

La pregunta es si es el CJNG el que entró o, como acostumbra en otras plazas, alguno de esos grupos locales ha tomado el nombre de la franquicia. La traición al Golfo de esos dos líderes que se fueron al CJNG parece indicarlo.

Vaya paradoja. Hace unos años, en un restaurante de Nuevo Vallarta, el CJNG secuestró a Los Chapitos, que estaban allí festejando el cumpleaños de Iván Archivaldo. No los mató y después los liberó porque intercedió ante ellos El Mayo Zambada. Hoy, los tres grupos están enfrentados.

 

 

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