Hogar, ¿dulce hogar?

La violencia machista sigue azotando a México y como sociedad aún no comprendemos la complejidad de este tipo de delito cuya motivación está determinada por el hecho de ser mujer. Nos falta empatía para entender que quienes se atreven a levantar la voz y a denunciar son pocas, y no se debe a que les guste vivir en un círculo de violencia; se quedan por miedo al agresor, en ocasiones por temor al abandono y la soledad, por la preocupación hacia los hijos en común o por dependencia económica. Es fácil ser reactivos a situaciones ajenas, pero ten en cuenta antes de juzgar, que al denunciar la mujer se reconoce como víctima de la pareja que, en el “menos peor” de los casos, eligió como compañero y padre de sus hijas y/o hijos.

PELIGRO EN CASA

Tristemente el lugar más inseguro para nosotras es nuestro propio hogar. Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) realizada por el Inegi en 2021, casi 40% de las mujeres afirmó haber sufrido violencia por parte de su pareja y 10.3% de parte de algún familiar. Por eso es importante que existan lugares donde se reciba a las víctimas, se les trate con empatía y respeto y donde, desde el amor, se les ofrezca un nuevo hogar, libre de todo tipo de violencia. Un lugar que les ofrezca acompañamiento integral, que las capacite en defensa de derechos humanos, que les brinde las herramientas para que logren la independencia económica, que también les hable de prevención. Es el caso de la Red Nacional de Refugios, fundada en 2004.

VIDA LIBRE DE VIOLENCIA

Hace unos días pude platicar con Wendy Figueroa, directora de la RNR, sobre un video que publicaron en sus plataformas. Se trata de una invitación a la presidenta Claudia Sheinbaum para que conozca los refugios, el trabajo que realizan en estos lugares seguros que existen para nosotras alrededor de México y más allá de las fronteras.

“Celebramos que esté una mujer, por supuesto, lo primordial es que haya un trabajo con las organizaciones de la sociedad civil, que haya un presupuesto garante y progresivo no solamente para los refugios, también para todos los programas que ponen en el centro los derechos de las mujeres y de las niñas y niños y que tiene que ver con eliminar las brechas de desigualdad y discriminación”, comentó la también activista.

Resaltó que las mujeres vivimos en proceso constante de despatriarcalización, por eso ofrece acompañamiento a la primera presidenta de México. La esperanza de lograr acuerdos existe, pero también preocupa una iniciativa en particular: la implementación a nivel nacional de la ley “el agresor sale de casa”, impulsada en la CDMX.

En México no existe un sistema de justicia integral garante y efectivo; no es pronta la justicia y se revictimiza a las mujeres. Existe una gran deuda en la aplicación de las órdenes de protección, por eso muchas mujeres que cuentan con este instrumento finalmente han sido asesinadas o atacadas. Hasta ahora, para las mujeres víctimas de violencia en casa, quedarse en el hogar y que el agresor salga, no es un buen plan.

QUEDAMOS PENDIENTES

Recientemente se realizó el XI Foro Internacional por el Derecho a una Vida Libre de Violencias para todas las Mujeres en el que, precisamente, se instó al gobierno y a personas juzgadoras a etiquetar y asignar presupuestos progresivos con perspectiva de género. La urgencia es clara: de 2018 a 2024, se registraron más de 15 mil homicidios dolosos y más de cinco mil feminicidios de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Por eso la importancia del trabajo de las organizaciones y colectivas, que buscan velar por las mujeres, infancias y adolescencias.

Ojalá que para mi próxima publicación les tenga novedades; que la Presidenta las atienda y  acepte su oferta de acompañamiento.

Nos leemos pronto y nos vemos de lunes a viernes en Imagen Noticias a las 2.