“Vivas, más que tú”

Podemos calificar de muchas formas estos tiempos. Sin duda, son tiempos de cambios y los cambios generan incertidumbre. Eso, para las mujeres, casi siempre es una señal de alerta.

En el mundo, en Latinoamérica y otras latitudes los gobiernos se han lanzado contra el avance en derechos de las mujeres. Desde negar la inclusión lingüística hasta la reducción de los presupuestos para salud sexual y reproductiva.

ONU Mujeres: “Los derechos de las mujeres y niñas se enfrentan a un escenario sin precedentes de amenazas cada vez mayores en todo el mundo, desde niveles más altos de discriminación hasta protecciones jurídicas más débiles y un menor financiamiento para los programas y las instituciones que apoyan y protegen a las mujeres”.

Una de nuestras ventajas mexicanas, es que en política hay paridad. Una desventaja, que a pesar de ello, las mujeres que están en los cargos de toma de decisiones no asumen la defensa de nuestros derechos y por eso no avanzamos. Tienen el cargo, pero no el poder.

La situación es confusa. El Sistema Nacional de Cuidados sigue rondando discursos y contabilidades, pero no aterriza. Hablan y cuentan lo que ya hay, que alcanza para muy pocas. Las novedades, casi todas, son sólo cambio de nombre.

Las violencias contra nosotras van al alza, violaciones, intentos de feminicidio, pero los presupuestos para refugios en vez de incrementarse, se hacen opacos. Y para colmo, se utiliza como pretexto para encubrir delitos, la violencia política de género.

Más mujeres se suman cada día a los grupos de las madres buscadoras, aunque ya hay nueva comisionada. Sus hijas, hijos querencias desaparecen y sólo hay desolación. Urge atender las recomendaciones de la ONU sobre personas desaparecidas. Negar que son sistemáticas y generalizadas es cerrar los ojos. Urge diseñar estrategias para El muy disminuido presupuesto para salud sexual y reproductiva ahora tendrá que hacer maroma y media para cubrir las promesas de la estrategia contra el cáncer de mama, lo que provocará otras urgencias, como embarazo adolescente o atención al embarazo parto y puerperio, a fin de detener las muertes maternas, al restarles dineros. Todas estás, son cuestiones de vida o muerte, que ya no ocurra este cruel delito.

Y además, es prioridad aumentar el presupuesto para una educación con perspectivas de género y de derechos. La exhibida vergonzosa del señor director del Fondo de Cultura Económica, habla de la urgencia de esta medida, que además, apoyaría la prevención de las violencias contra nosotras. Mucho por hacer y muy escaso presupuesto para la igualdad.

Graciela Iturbide ha demostrado que la mirada femenina es fundamental para entender al mundo. Por lo menos, a esa perturbadora relación entre mujeres y hombres. Su mirada, que según sus palabras, se ha nutrido de paciencia y observación.

De tres grandes literatas son las siguientes líneas, y no es posible citar a más por falta de espacio, pero ya están registradas en antologías valiosas.

Elena Garro: “Estoy y estuve en muchos ojos, yo sólo soy la memoria y la memoria que de mí se tenga”. Los recuerdos del porvenir.

Rosario Castellanos: “Debe haber otra forma de ser; otra forma de ser humano y libre”. Meditación en el umbral.

Cristina Rivera Garza: “Estaban heridas de todo (y todo aquí quiere decir la historia, el aire, el presente, el subjuntivo y el contexto). Agnósticas más que ateas. Impactantes más que hermosas. Vulnerables más que endebles. Vivas más que tú. Más que yo. Estoicas más que fuertes. Dichosas más que dichas”. Las feministas.

Sólo una línea del poema Nacer mujer, de una gran poeta, gran política y gran mujer, Griselda Álvarez: “(...) y te hacen, a golpes, feminista”.

“Sí, más vivas que tú”.