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Congreso abandona la Constitución

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Hoy se cumplen dos años de la promulgación de la Constitución de la Ciudad de México, que, entre otras cosas, le dio estatus de entidad federativa a la capital del país, y los diputados del primer Congreso local harán gran fiesta.

Esta mañana celebrarán una sesión solemne, donde el orador principal será el exconstituyente Bernardo Bátiz, destacado militante moreno y hombre muy cercano a Andrés Manuel López Obrador, faltaba más.

Qué bueno que los legisladores festejen, y que los pejistas hayan dado ese premio de consolación a Bátiz, luego de no ser elegido fiscal general de la nación —como él quería—, pero qué desfachatez que quieran presumir algo que han dejado en segundo plano.

Primero, porque no han hecho la chamba de legislar para que esa Constitución cobre plena vigencia y, después, porque le han dado más importancia a las grillas personales y puntos de acuerdo sin sentido, que a dar certeza al trabajo en comisiones.

También hay que recordar que, aunque les duela en el alma, la Constitución de la CDMX es la herencia que Miguel Ángel Mancera le deja a la capital, y como los morenos culpan de todo lo malo que pasa en la ciudad al exjefe de Gobierno…

Algunos de los actuales legisladores fueron constituyentes y conocen muy bien los temas… y los tiempos. Pero la gran mayoría ignora o —peor aún— no tiene como prioridad reforzar el trabajo en ese sentido y el asunto se empieza a atrasar.

Lo que el Congreso debería hacer como cuerpo colegiado es presionar a la Suprema Corte para que resuelva las controversias constitucionales presentadas hace dos años por el Senado, la Presidencia de la República y el Tribunal Superior de Justicia de la CDMX.

Mientras esas controversias no sean resueltas, la validez de algunas disposiciones de esta Constitución —considerada por sus autores como una de las más modernas del mundo—, seguirán estando en el aire.

Y no es cosa menor, pues se trata de temas tan importantes como seguridad, justicia y derechos civiles y humanos de los capitalinos. Por ejemplo, el uso médico de la mariguana y los derechos de la diversidad sexual, entre muchos otros.

La chamba es mucha y el tiempo es corto, pues se estima que los diputados tendrán que elaborar alrededor de 300 leyes para darle vida plena al texto constitucional.

Quizá por eso el coordinador del PAN en Donceles, Mauricio Tabe —por cierto, también exconstituyente—, demandó, a nombre de su fracción, que la Corte meta el acelerador para terminar con la incertidumbre jurídica de algunos temas.

O sea, no es que los azules no festejen el logro constitucional, pero se centran más en los pendientes para sacarla que en el intercambio de guayabazos en su segundo aniversario.

Hasta el momento, falta darle certeza a la Constitución.

CENTAVITOS… Día frenético de los viajeros capitalinos, que, además de regresar gastados a casa, tuvieron que tragarse el coraje del aumento al peaje en las casetas que comunican al país con la gran ciudad. En la México-Cuernavaca, por ejemplo, subió cinco pesitos el peaje, que para muchos podrá no ser mucho, pero para quienes usan transporte foráneo —que son los que menos tienen—, pues las líneas de autobuses ya les recetaron el aumento y ahí sí pesa, porque muchos viajan diario de ida y vuelta al trabajo. Además, nada tontos en el gobierno: aumentaron el peaje en pleno puente del 5 de febrero, cuando la afluencia de automovilistas se dispara. Que suene la alcancía para llenar el cochinito.

 

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