Ángela Aguilar: Nodal pone los cuernos, pero ella es Rodolfo el reno
Cibernautas apoyan supuesta infidelidad de Christian a Ángela con su violinista: “A ella no la vamos a juzgar”, afirman.

Addis Tuñón
El fama-sutra
Bienvenidos sean, mis sensuales fama-lovers. Como saben, aquí somos libres de humos, no nos reservamos el derecho de admisión y analizamos a los famosos en todas las posiciones.
En estos días ya se habrán dado cuenta de que todas, o casi todas las notas de espectáculos surgen de las benditas redes sociales. A falta de eventos, son los propios famosos quienes nos van revelando los lugares paradisíacos donde vacacionan, los monumentales árboles de Navidad de sus mansiones, las fotos de postal con sus ugly sweaters... Total, que en su mayoría “todo es paz y es amor en la Navidad”. Pero para fortuna de Santa Controversia y Tata Chisme, son también “las redes” las que atrapan a ciertos personajes y los exponen en sus peores momentos.
Cuando les digo que el lío Ángela-Nodal-Cazzu no es mi favorito a abordar, estoy siendo políticamente correcta. La neta, la neta, lo que se dice la neta, admito que sí veo todo lo que pasa, lo que suponemos que pasa, lo que imaginamos que pasa y lo que vaticinamos que pasará en esa historia de novela. Aun en esta época donde se supone que somos “bebés de luz” con corazón de galleta, esta tríada resalta nuestro lado oscuro en la Blanca Navidad.
Eeeeen el nombre del cieeeee-eee-eee-looo,
yoooo os pido posadaaaaaaaa...
¿Ya vieron que Nodal eligió a su hermosa violinista para el mentado shot de tequila?
Pero mira cómo beben los peces en el río,
pero mira cómo beben por ver a Dios nacido...
Y ella bebe y bebe y vuelve a beber. Se nota que hay coqueteo ahí, además está rebonita.
Si me ven, si me ven,
voy camino de Belén...
¡Zaz! ¡Ya le cayó la ley! Ángela llegó a marcar territorio y luego luego se vio a la violinista —que, por cierto, se llama Esmeralda Camacho— muy incómoda con la llegada de la esposa al escenario. Y, por supuesto, ¿vieron la cara de la otra música? Sí, la chica que es compañera de Esmeralda; se nota que algo sabe, porque le hace jeta a Ángela.
Pobrecita Esme. Seguro Ángela vio ese coqueteo y corrió al escenario enfurecida para dejar claro quién es quién en los precios. Apuesto a que Angelita estaba muy lejos, porque cuando llega ya Nodal traía otra ropa. O sea, cuando le da el trago de tequila a Esmeralda, él traía chaleco y pantalón azul marino; y cuando logra llegar Ángela, Nodal ya trae un conjunto negro de cuero. ¡Claro! Es que Christian seguro hace como Ninel Conde, que se cambia varias veces en sus conciertos. ¡Pero cómo! ¿A poco también el mariachi se cambia como el Bombón Asesino?
Cuando ocurre lo del shot de tequila, el mariachi viste de gamuza mostaza, y cuando llega Ángela, el mariachi ya está de color verde menta (que con las luces varía a azul turquesa). ¡Claro! Seguro Nodal se cambió y los mandó cambiar a todos para que Ángela se destanteara, pero ni así se detuvo. ¿Y vieron la cara de desagrado de Nodal? Ese beso fue más “de a fuerza” que con ganas. Yo por eso mejor ni paso por el trabajo de mi marido... o mejor debería, ¿verdad?
Era Rodolfo el reno, que tenía la nariz
roja como la grana, con un brillo singular...
¿Contenta, Ángela? ¿Eso querías? ¡Ya corrieron a
Esmeralda! Era de esperarse, la hermosa violinista no viajará a la gira de Nodal por EU. Seguro Ángela condicionó a Nodal y sólo así le quitó la llave a la puerta. Pobrecita Esme, pobre Nodal, que no pueden vivir su amor secreto a gusto.
Dale, dale, dale, no pierdas el tino,
porque si lo pierdes, pierdes el camino.
¡Ah! Que no la corrió. Que Esme sigue en el equipo, pero no tuvo a tiempo su visa de trabajo. ¡Qué alivio, Esme! A ti no te vamos a juzgar, porque “ladrón que roba a ladrón...”. Y como dice la Biblia en Lucas 6:38: “Con la vara que mides, serás medida, Ángela”. Hablando de la Biblia, ya mero es Navidad. ¡Que la paz y el amor reinen en nuestros corazones!
Así, sin exagerar, retoza mi mente entre memes, videos y suposiciones. No soy fan de ese matrimonio. No me gustó cómo él se alejó de su bebita ni esa torpeza y necedad de creer que les creemos su versión-coartada. Hicieron lo que sintieron, punto. Mal hecho, mal abordado, insensible con Cazzu, egoísta por Inti; es cosa de ellos. Yo no soy una oda a las buenas decisiones, y creo que nadie lo somos.
Pero esta campaña contra Ángela, alimentada además por sus continuos desaciertos, más la saña de la edición en videos que se viralizan en minutos —donde a leguas se ve que va contra ella y sólo contra ella— es como el sonido de la canción de El niño del tambor:
Ro po pom pooom...
Ro po pom pooom...
Por más que sea Navidad, ese tambor suena lúgubre y dramático. ¿Se han fijado que no importa que el mismo Dios, cuando lo vio tocando ante Él, le “sonri-ó”, el tambor sigue igual de rígido?
Ro po pom pooom...
Ro po pom pooom...
Viene una boda religiosa. Se supone que, pese a todo lo que vemos, los planes siguen, pero así baje la mismísima corte celestial a bendecir la unión, la opinión pública tiene las baquetas en sus manos. Su juicio sigue golpeando seco y fuerte al tambor de esta historia. Ni la Navidad, nada cambia ese golpeteo:
Ro po pom pooom...
Ro po pom pooom...