Uno de cada 5 mexicanos pueden sufrir un infarto silencioso

En México, 1 de cada 5 personas puede padecer un infarto silencioso, informó en entrevista con Excélsior, Tania Odett Delgado Olguín, médica cirujana con especialidad en medicina del deporte.

Explicó que los síntomas que se pueden percibir son tan leves, que un paciente se puede estar infartando, sin sentirlo hasta que deja de funcionar su corazón.

Un infarto silencioso es consecuencia de la disminución del aporte sanguíneo al miocardio, que a su vez, deja de recibir el oxígeno que necesita para funcionar.

En algunos casos los síntomas que presenta el paciente son leves o no se perciben de la misma magnitud que un infarto, pero aun así el infarto está presente, por esa razón se le denomina silencioso”, señaló.

La médica cirujana añadió que para acudir de inmediato al médico o incluso al servicio de urgencias, los síntomas que deben ser considerados -ya sean leves, moderados o graves- son los siguientes:

• Opresión en el pecho. La intensidad es variable y puede ser intermitente.

• Incomodidad en brazos, espalda, cuello, estómago que en ocasiones podría parecer indigestión o reflujo.

• Sensación de falta de aire.

• Sudores fríos, náuseas y mareos.

• Agotamiento.

PREVENCIÓN DE INFARTOS

Como especialista en medicina del deporte, Tania Odett Delgado Olguín, añadió que aunque un infarto se puede presentar en cualquier etapa de la vida, debido a factores genéticos o por malos hábitos alimenticios y sedentarismo, la edad promedio en la que puede ocurrir un ataque al corazones a partir de los 55 años en hombres y en las mujeres después de los 65.

Son diversos los factores de riesgo que pueden provocar un infarto, ya sea silencioso o no. Estamos hablando de personas que padecen obesidad o sobrepeso, diabetes, hipertensión arterial, apneas del sueño, dislipidemias, que es el aumento de colesterol y/o triglicéridos en sangre.

Cardiopatías congénitas y también, el tabaquismo y la falta de ejercicio, ya que todas las personas debemos hacer ejercicio por lo menos media hora diaria para mantenernos sanos”, explicó.

Delgado Olguín recomendó que -con o sin comorbilidades- las personas mayores de cuarenta años se deben realizar un electrocardiograma y un tele de tórax cada año.

Y por lo menos una vez al año, realizar un chequeo de rutina con estudios de laboratorio.

Aunque no haya síntomas, los médicos recomendamos que toda persona mayor de cuarenta años debe realizarse un electrocardiograma y un tele de tórax cada año.

Pero con mayor razón, si las personas padecen diabetes, hipertensión arterial, sobrepeso y obesidad y llevan una vida sedentaria”, señaló Tania Delgado Olguín.