No sirvo a ambiciones: Mario Delgado Carrillo

CIUDAD DE MÉXICO.

Inicié mi trayectoria con Marcelo Ebrard, pero no soy su incondicional. Mi jefe político se llama Andrés Manuel López Obrador. Y yo no voy a ser instrumento de ninguna ambición presidencial desde la dirigencia del partido. Me voy a apegar siempre a sus principios y a actuar con honestidad e imparcialidad”.

Así respondió, en entrevista con Excélsior, el coordinador de la diputación de Morena, Mario Delgado Carrillo, aspirante a la dirigencia partidista, a la pregunta sobre los señalamientos de Porfirio Muñoz Ledo de que su candidatura representa las prematuras aspiraciones presidenciales del canciller.

Aunque se niega a revirar las críticas de sus contendientes, bajo el argumento de que las recriminaciones mutuas debilitan a su partido, Delgado Carrillo no esquiva el señalamiento de su compañero de bancada respecto a su cercanía con el secretario Ebrard, de quien fue su colaborador en el gobierno capitalino como secretario de Finanzas y de Educación.

Y hace un llamado a los participantes en el relevo de la dirigencia morenista, quienes elevaron el tono de los cuestionamientos recíprocos en las últimas horas: “Hay que tener mucha responsabilidad en nuestra actuación. Porque no luchamos por cargos. Tenemos principios y tenemos valores y estamos luchando por la transformación del país. Y le hacemos un favor a los conservadores y a la derecha con cualquier agresión que nos divida entre nosotros”.

Exsenador por el PRD,   uno de los primeros legisladores de ese partido en pasarse a las filas de Morena en el arranque de 2015, asegura que tanto en la campaña como en la eventual dirigencia va a promover siempre la unidad porque, define, es la manera más eficaz de apoyar al Presidente de la República y cumplir con el proyecto que impulsa. 

“El gran reto es integrarnos y respetarnos todos; darnos cuenta de que todos somos necesarios. Porque el vacío que nos ha dejado Andrés Manuel López Obrador como dirigente partidista no lo puede llenar nadie. Lo vamos a llenar entre todos con la unidad, el compromiso y la responsabilidad histórica que tenemos, como dirigentes partidistas y como generación, de acompañar a nuestro Presidente para consolidar la Cuarta Transformación”, expone.  

El jefe de la mayoría legislativa en San Lázaro dice no coincidir con quienes consideran que en Morena hay una crisis.

Ahora, expone, ese instrumento de lucha se convirtió en el partido en el gobierno y debe adaptarse.

“El partido debe acompañar al Presidente en la tarea de la transformación, ser motor en la lucha contra los conservadores y en consolidar la regeneración de la vida pública”, define.

Cuestionado sobre el reclamo de los llamados puros de Morena que consideran que su biografía política resulta insuficiente para el máximo cargo partidista, Delgado Carrillo toma con humor el punto:

“Somos distintas generaciones en el partido. He tenido reclamos de no haber participado en el movimiento del 68, pero nací en 1972. Me dicen que no estuve en la ruptura del 88, pero en ese tiempo mi ruptura era con mi novia de la secundaria. Soy producto de los gobiernos de izquierda de la ciudad en los que trabajé toda mi vida. Llevo 20 años de coincidencia con Andrés Manuel López Obrador, porque trabajé desde su primera campaña para Jefe de Gobierno en el 2000; trabajé en su gobierno en Seguridad Pública, lo acompaño en su lucha contra el desafuero y contra el fraude de 2006; estuvimos en la formación de Morena en 2012 en Ecatepec y la asamblea fundacional en Colima y fui el primer senador que se pasó a Morena en 2015. Mi trayectoria es pública”.

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