Narcos, moda y captura: la curiosa fijación por las polos Ralph Lauren

Con la reciente captura de varios narcotraficantes por parte del gobierno federal, no solo quedaron al descubierto redes criminales, sino también un insólito detalle: el estilo —o mal gusto— de algunos capos a la hora de vestir. Coincidencia o no, al menos tres de ellos fueron arrestados luciendo playeras tipo polo de la reconocida marca Ralph Lauren.

De "La Barbie" a "El JJ": ¿uniforme de narco?

El primero en llamar la atención fue Édgar Valdés Villarreal, alias La Barbie, quien durante su detención apareció con una polo verde de Ralph Lauren, con el número 2 en las mangas. Más tarde, al rendir su declaración ante las autoridades, cambió a una polo azul con el número 3, también de la misma marca.

Unas semanas después, la historia pareció repetirse. José Jorge Balderas Garza, alias El JJ, acusado de disparar al futbolista paraguayo Salvador Cabañas, fue capturado vistiendo exactamente la misma polo azul. En el Centro de Mando de la Policía Federal, El JJ también vestía pantalones cargo color caqui y tenis Nike Shox —estos últimos, según se dice, cortesía del gobierno.

¿Lujo auténtico o copia de tianguis?

Según el sitio oficial de Ralph Lauren, una playera de este tipo cuesta alrededor de 110 dólares, es decir, unos 1,600 pesos mexicanos. Sin embargo, en los tianguis de la Ciudad de México, es común encontrar imitaciones —o prendas robadas— por apenas 250 pesos.

Esta dualidad entre lujo y accesibilidad ha convertido a las polos Ralph Lauren en un símbolo híbrido: aspiraciones para unos, vulgar para otros. En internet incluso circula una camiseta irónica con la frase: "I’m not a Mexican drug dealer" (No soy un traficante de drogas mexicano), aludiendo a esta curiosa tendencia.

Más allá de la coincidencia: otros capos también las usan

La lista no termina ahí. Ayer, la Secretaría de Seguridad Pública Federal presentó a dos nuevos detenidos: Benjamín Flores Reyes, alias El Padrino, y Marcos Carmona Hernández, alias El Cabrito, ambos con actividades delictivas en Acapulco y Oaxaca, respectivamente.

Flores Reyes fue identificado como uno de los líderes del Cártel Independiente de Acapulco, mientras que Carmona Hernández fue señalado como "jefe de plaza" de Los Zetas en Oaxaca. Al momento de su presentación, El Padrino vestía una polo blanca con el logo en azul marino, y El Cabrito usaba una Ralph Lauren roja con el número 2 en las mangas, debajo de su chaleco antibalas.

¿Casualidad, mensaje o mal gusto?

El patrón es claro: la marca Ralph Lauren aparece repetidamente en estos arrestos, como si se tratara de un código no escrito o una especie de uniforme informal entre narcotraficantes. ¿Estamos ante una moda involuntaria dentro del crimen organizado? ¿O simplemente se trata de una prenda popular, fácil de adquirir y que algunos capos adoptan sin mayor reflexión?

La ironía no pasa desapercibida: quienes se ocultan tras redes criminales complejas, lavan dinero y viven del sigilo, terminan siendo identificados por su afición a una prenda vistosa y fácilmente reconocible.

¿Moda criminal?

La repetición de este tipo de vestimenta podría verse como un fenómeno sociológico. Así como los raperos adoptaron ciertas marcas en los años 90 como parte de una identidad cultural y de resistencia, los narcos mexicanos parecen haber generado, voluntaria o no, su propio código visual. La diferencia es que en este caso, lejos de ser aspiraciones, la prenda se convierte en un símbolo de burla social.