¿Son lo mismo? Ésta es la razón por la que España tiene rey y presidente
A diferencia de muchos países de habla hispana, España mantiene una monarquía parlamentaria... pero ha sido por cuestiones históricas

La crisis diplomática generada por la investidura de Claudia Sheinbaum tras vetar al rey Felipe VI de España, no solo puso a relucir la complicada relación colonial que ha existido en la historia de México, sino varias preguntas fundamentales... ¿Por qué España aún conserva la figura del rey? ¿Por qué el presidente no es como tal un mandatario, sino un primer ministro? ¿Qué tanto peso y poder tienen cada uno?
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¿Qué implica la figura del rey en España?
A diferencia de muchos países de habla hispana —como México, Argentina y Colombia—, donde somos gobernados bajo sistemas republicanos donde el jefe de Estado es el presidente elegido democráticamente, España comparte este modelo de monarquía parlamentaria con otras naciones como Reino Unido, Suecia y Japón.En las cuales el rey ocupa una posición simbólica, mientras que el presidente o primer ministro tiene el rol de gestar la administración pública.
Desde 2014, el rey Felipe VI es el monarca de España, ocupando un lugar significativo en la estructura política del país. La Constitución española, aprobada en 1978, establece al rey como jefe de Estado, y es el encargado de la representación institucional de la nación, siendo un símbolo de unidad tanto a nivel interno como en sus relaciones internacionales. Además, el rey tiene importantes atribuciones como la sanción de leyes, la convocatoria de elecciones y la representación militar, ya que es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
Felipe VI asumió el trono tras la abdicación de su padre, Juan Carlos I, quien jugó un papel crucial en la transición de España a la democracia después del régimen dictatorial de Francisco Franco. En cuanto al orden de sucesión, la primogénita de Felipe VI, la princesa Leonor, es la heredera al trono. En caso de que ella no pueda asumir el cargo, su hermana menor, la infanta Sofía, es la siguiente en la línea sucesoria.

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Aunque el papel del rey en el día a día de la política española es limitado, su relevancia es indiscutible en momentos clave. El monarca debe sancionar las leyes aprobadas por el Congreso y el Senado, y su firma es necesaria para convocar elecciones generales. Además, el rey tiene la potestad de proponer al presidente del gobierno, basado en los resultados de las elecciones y las consultas con los líderes parlamentarios.
En su calidad de comandante de las Fuerzas Armadas, el rey también juega un rol importante tanto en la defensa del país y en la declaración de guerra o firma de tratados de paz, aunque siempre bajo la aprobación de las Cortes Generales.
A pesar de la presencia de una monarquía, la función ejecutiva en España recae sobre el presidente del Gobierno, cargo que actualmente ocupa Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en coalición con los partidos de izquierda Podemos y Sumar, así como de los partidos independentistas vascos y catalanes. El presidente es elegido indirectamente por los miembros del Congreso de los Diputados y su principal responsabilidad es la gestión de la administración pública, la dirección de la política del gobierno y la coordinación de los distintos ministerios.
El presidente también tiene la potestad de designar a los ministros que formarán su gabinete y, en casos excepcionales, puede intervenir en la aplicación de las Fuerzas Armadas, siempre en consulta con el rey. Aunque el presidente es el principal responsable de las políticas internas y externas del país, en ocasiones debe mantener reuniones con el monarca para tratar temas de Estado.

¿Cómo es su sistema parlamentario?
A diferencia de los sistemas presidenciales que se observan en América Latina, donde el presidente es elegido directamente por los ciudadanos, en España el presidente del Gobierno es propuesto por el Congreso. El líder del partido o coalición con la mayoría en las elecciones generales es el encargado de formar gobierno, previa consulta y aprobación del rey. El proceso electoral se realiza cada cuatro años —o cuando se realiza moción de censura, para destituir o reforzar un gobierno—, y los partidos políticos deben obtener al menos 176 escaños en el Congreso de los Diputados para tener mayoría absoluta y así poder formar gobierno.
Si ningún partido logra esta mayoría, es necesario que el ganador forme una coalición con otras fuerzas políticas. El Congreso de los Diputados está compuesto por representantes de diversas formaciones políticas, incluyendo partidos regionales que abogan por los intereses de las Comunidades Autónomas, como Cataluña y el País Vasco (Euzkadi). Entre los partidos más influyentes se encuentran Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Junts per Catalunya —del independentista Carles Puigdemont— el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y sus rivales de izquierda, Eh! Bildu, entre otros.
En los últimos años, estas formaciones políticas regionales son claves en la configuración del Congreso y, en ocasiones, se convierten en aliados estratégicos de los grandes partidos nacionales como el PSOE o el Partido Popular (PP) para la formación de gobierno. Su relevancia ha sido más evidente en los últimos años, especialmente en la región de Cataluña, donde los partidos independentistas han logrado tener un peso importante en la política nacional, así como nuevos partidos de extrema derecha, como el caso de Vox y Se Acabó la Fiesta.

¿Por qué España sigue siendo una monarquía?
La monarquía en España ha tenido un largo recorrido histórico, pero fue tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 cuando el país empezó su camino hacia la democracia bajo el liderazgo de Juan Carlos I. El monarca no solo fue un símbolo de cambio, sino que jugó un papel activo en la redacción de la Constitución de 1978, que instauró un sistema parlamentario democrático y moderno.
El sistema de monarquía parlamentaria no es exclusivo de España, pero su historia particular, marcada por dictaduras, repúblicas y restauraciones monárquicas, la convierte en un caso único dentro de Europa. Aunque el rey Juan Carlos enfrentó crisis y controversias en las últimas décadas de su reinado, incluida la intentona golpista del 23 de febrero de 1981 y escándalos financieros que derivaron en su abdicación en 2014, su legado como el monarca que guio a España hacia una democracia consolidada sigue siendo uno de los aspectos más recordados de su reinado.
España ha experimentado dos periodos en los que se proclamó como república. La Primera República se instauró brevemente entre 1873 y 1874, tras la abdicación del rey Amadeo I. Sin embargo, la inestabilidad política y los conflictos internos llevaron rápidamente al regreso de la monarquía con Alfonso XII en 1874. La Segunda República, proclamada en 1931, duró hasta 1939, marcando uno de los periodos más turbulentos de la historia española, con la Guerra Civil como el evento más relevante que derivó en la dictadura de Francisco Franco, que gobernó hasta días antes de su muerte e impuso la restauración de la monarquía, pero que Juan Carlos la hizo más democrática.
dmr
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