Habitar en la oscuridad del exilio por Monika Zgustova
El exilio y el conflicto entre madres e hijas son los temas centrales de la más reciente novela de la escritora Monika Zgustova, quien plasma parte de su propia historia

Una vez que te marchas de tu tierra puedes vivir en cualquier sitio”, afirma Milena –alter ego de la autora checa Monika Zgustova (Praga, 1957)–, quien evoca la pérdida de la identidad, el desarraigo, la fractura de los lazos familiares y la incansable búsqueda de una patria nueva, ante el sentido de la nostalgia por el pasado, como ocurre en Nos veíamos mejor en la oscuridad, su novela más reciente, donde combina el exilio y el conflicto entre madres e hijas.
“Éste es mi libro más autobiográfico y en él busqué mi verdad sobre el exilio y cómo lo viví”, reconoce Zgustova, quien huyó de Praga con su familia, luego de la invasión soviética de 1968, para exiliarse en Estados Unidos, aunque desde hace tres décadas vive en Barcelona.
“El exilio no es algo voluntario, sino una imposición que en nuestros días ha vuelto a cobrar fuerza y que lo mismo ocurre en Ucrania que en Siria, en Palestina o en Venezuela, y esa imposición lo que me dice del mundo es que todo está mal”, dice Zgustova, quien adelanta a Excélsior que en 2024 publicará una novela sobre Milena Jesenská, el gran amor de Franz Kafka.
¿Por qué le interesó mezclar un relato sobre el exilio y los conflictos entre madre e hija? “Quise buscar una verdad sobre mi relación con mi madre y relatar cómo era antes y después del exilio, antes y después de que abandonar EU y de volver a Europa, porque esos temas son clave y necesitaba aclararme muchas cosas, aunque durante mucho tiempo no estuve segura si quería un libro de memorias al estilo de W.G. Sebald o hacer una ficción. Al final escribí una novela cercana a lo vivido”.
De acuerdo con la también autora de Las rosas de Stalin y La intrusa. Retrato íntimo de Gala Dalí, en muchas ocasiones los lectores no comprenden lo vivido por Milena al llegar a EU y ser presionada por sus compañeros de clase al no poder expresarse en inglés.
“A veces la gente me comenta que sus hijos (en EU) viven todo de otra manera, pero ellos no son migrantes ni exiliados, sino estudiantes apoyados por sus padres que, con mucho dinero, estudiarán en un país con buenas universidades. Sin embargo, lo vivido por mi familia fue un salto a lo desconocido porque mis padres decidieron abandonar aquel país totalitario para vivir en libertad”, explica.
Para Zgustova, es claro que el siglo XX fue el peor momento para el exilio, “porque desde el inicio ocurrió la revolución rusa y entonces muchos rusos se fueron a Europa y a EU; luego con el nazismo, los judíos y muchos alemanes se fueron a EU, a México y a otros países de América Latina; y luego ocurrió (el conflicto en) Bosnia.
“Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo tuvo una sensación de calma, porque despuntaron muchas iniciativas democráticas en el mundo occidental. Entonces parecía que todo mejoraría, pero sólo fue un fantasma y ahora, en el siglo XXI, vemos que todo está lleno de guerras y de problemas. Pienso que si no nos apartamos un poco de los problemas, todo esto afectará nuestra salud mental”, lamenta.
¿Considera que el exilio está más cerca de la pérdida de la identidad que de la posesión de un nuevo mundo? “Son ambas cosas, pero depende de cómo se quiera mirar, porque los extremos muchas veces se tocan y aquí hablamos de la experiencia humana en una situación límite. Últimamente hay muchas oleadas de exiliados, pero también hay muchas separaciones entre padres e hijos a costa de migrar a otra ciudad o a otro país para tener una mejor educación”.
¿Pero, esas distancias se salvan con la tecnología? “A menudo creemos que es así, que estamos muy comunicados al escribir mails o porque tenemos conversaciones por Zoom, Sin embargo, eso no es verdad, es algo ilusorio, porque no tienes lo mismo para abrazar a una persona, por ejemplo, cuando una hija y una madre se abrazan en la oscuridad, como en el título del libro. Eso no te lo da ningún Zoom, que es racional y lejano. Más bien, creo que tenemos una falsa sensación de que estamos comunicados o de que siempre estamos en contacto, pero no es así”, concluye la también autora de Un revólver para salir de noche, que recupera la historia de Vera Nabokov, la esposa de Vladimir Nabokov.
Mónika Zgustova presentará hoy Nos veíamos mejor en la oscuridad y también comentará Un revólver para salir de noche, su anterior libro, en la Librería Gandhi Del Valle, a las 19:00 horas, acompañada de Alberto Ruy Sánchez y Julia Santibáñez.
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