Gerardo Laveaga confronta los ideales con la realidad
El narrador y ensayista mexicano cuestiona en su novela Hacia el pantano la solidez de los valores éticos en el México actual

Presentar al individuo frente a los valores, los ideales frente a la realidad. Eso busca el narrador y ensayista Gerardo Laveaga (1963) en su nueva novela, Hacia el pantano (Alfaguara), a través de tres historias, que al final concluyen, y personajes inspirados en el México actual.
Busco demostrar el choque de las personas frente a los valores. Todos estudiamos la justicia, la igualdad, el bien común. Y la pregunta es ¿toda esta narrativa es compatible con la realidad? ¿Los valores que nos hemos puesto como estrellas polares de veras pueden aterrizarse?”, comenta en entrevista.
El también abogado y académico explica que “la primera historia es la de un profesor joven, decente, de buena familia, con ideales de enseñar, de participar, y el día que comienzan las clases se enamora de una alumna, en pleno MeeToo. ¿Qué haces?”.
Agrega que la segunda es la del magistrado Arturo Pereda. “Un hombre que durante muchos años ha sido impecable. Y, un día, la presidenta de la República lo invita, por su honorabilidad, a ser Fiscal General de la República.
En cuanto toma posesión del cargo, empieza a recibir peticiones de militares, gobernadores, senadores, sindicalistas, activistas, de que no ejerza acción penal en algún caso, que no haga tal cosa, que se haga de la vista gorda. Y esos no son sus ideales”, añade.
Y la tercera historia, señala, “es la de un joven normalista de Iguala que persigue la justicia social, pero termina como ladrón de casas. Son tres personajes confrontados con las instituciones y éstas acaban triturándolos”.
El egresado de la Escuela Libre de Derecho indica que el tema eje es el choque entre poder y justicia. “La mayoría de los personajes sólo buscan dinero y poder. Revisten con su narrativa de que buscan el bien común, pero desean poder y nada más.
Yo escribo sobre lo que conozco. Escribo en mi mundo, en mi tiempo, en mi época. No pretendo hacer un thriller político o judicial; si eso sale, pues qué maravilla”, añade.
Destaca que la pregunta ¿por qué debemos acatar la ley?, que pone en boca de la alumna de la que se enamora el profesor, se la hacen los personajes en cada página. “¿Para quién está hecha la ley? ¿Para qué me obligas a cumplir la ley, cuando tú que la vigilas no la cumples? Es la contradicción que vemos todos los días en México. Los personajes concluyen que todos acabamos por transgredir la ley”.
Quien estudió un posgrado en la Universidad de Londres, Inglaterra, aclara que construyó los personajes a partir de unir las características de varias personas. “No tienen rasgos de una sola, es una mezcla de villanos, de gente corrupta que he conocido.
Yo he trabajado con muchos fiscales generales. Y he podido verlos en sus momentos de duda, de presión. Uno de ellos me dijo: ‘Para ser fiscal general se requieren dos cosas: una, gozar de buen prestigio como abogado; la otra, estar dispuesto a perderlo’. Esto inspiró mi personaje del magistrado”, dice.
El maestro por la Universidad Iberoamericana y doctor por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) admite que, aunque comenzó a escribir la novela hace más de dos años, “con la realidad le fui haciendo pequeños ajustes, pero no surge de lo que está pasando ahora.
Por ejemplo, el personaje original del presidente de la República era hombre; pero, cuando vi que quedaron dos candidatas y que una de ellas ganaría, lo cambié para darle más vigencia. Es una mujer presidenta de nombre indeterminado y de una época indeterminada también. Tiene un papel muy corto en la novela”, aclara.
El autor de El sueño de Inocencio, su novela más famosa, que lleva 20 reimpresiones, admite que Hacia el pantano es sombría. “No pretendo dar luces; no soy quién para darlas. Un novelista no es un maestro, ni pretendo educar o dar lecciones. Simplemente presento el panorama y que cada lector saque su propia conclusión.
El tema es el hombre ante el poder, ante los valores y la contradicción que hay entre las instituciones que te van desmoronando”, concluye.
Laveaga prepara un libro que reunirá sus ensayos sobre el acceso a la justicia y su próxima novela será sobre la historia de México.
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