El escritor mozambiqueño Mia Couto lucha contra el olvido de África
El escritor mozambiqueño Mia Couto, ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, rechaza el “historicidio” del continente

El acto de borrar la historia, es decir, el historicidio, es contra lo que lucho en mi obra”, afirma tajante el escritor mozambiqueño Mia Couto (1955), quien ayer se alzó como ganador de la 34 edición del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.
Mozambique no puede olvidar los traumas que le ha producido la indiferencia. Escribir sobre la historia no es algo muy distinto de lo que se vive en lo cotidiano”, agrega el novelista, cuentista y cronista; quien considera que este galardón “es un homenaje no sólo personal, sino también a la literatura mozambiqueña”.
El narrador de 69 años es el primer africano en obtener este premio, dotado con 150 mil dólares, y el quinto autor en lengua portuguesa después de Nélida Piñón (1995), Rubem Fonseca (2003), António Lobo Antunes (2008) y Lídia Jorge (2020).
No lo esperaba. Ni siquiera contesté el teléfono, porque no reconocí el número. Fue necesario que un compañero me llamara”, detalla el autor de Tierra sonámbula (1992) sobre el premio que recibirá el próximo 30 de noviembre durante la inauguración de la 38 Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El jurado reconoce en Couto “una innovación lingüística que hace repensar la relación entre los integrantes de la comunidad de países de lengua portuguesa, llamando la atención y la sensibilidad hacia el continente africano y sus relaciones históricas, culturales y geopolíticas, invitando además a reconocer y a acercarnos de otra manera a la historia y la naturaleza del planeta”.
Lo anterior se apuntó en el acta del jurado integrado por Carlos Reis, de Portugal; Graciela Montaldo, de Argentina; Jerónimo Pizarro, de Colombia; Juan Luis Cebrián, de España; Lucía Melgar, de México; Oana Fotache Dubălaru, de Rumania, y Vittoria Borsò, de Alemania. Esta edición recibió 58 candidaturas, en las que se postularon a 49 autores de
20 países.
En primer lugar, escribo como ciudadano, es decir, en contacto directo con el cotidiano de Mozambique, y luego como literato”, aclara el autor de El último vuelo del flamenco (2002).
Destaca que la paz es uno de los temas que más le preocupa, debido a que África todavía está en guerra. “También la afirmación identitaria, en un momento en el cual este continente busca representar su universalidad y su diversidad hacia su interior. Además, en un país donde contar historias es tan importante incluso en las ciudades. Y la cultura es un lenguaje hegemónico”.
Añade que le interesa hurgar en temas como “la búsqueda de la eternidad, de la felicidad, del otro, el acto de serlo todo, el amor, la empatía, el encuentro con lo diverso. De eso tratamos los escritores desde siempre”.
Indica que, para él, “la escritura es lo primero, antes que la historia que se cuenta. Me gusta inventar un lenguaje”.
Señala que “la vocación de la literatura es la misma en tiempos de guerra que en tiempos de paz; es decir, reconocer que toda la humanidad vive dentro de nosotros”.
Couto concluye que el periodismo ha sido muy importante en su obra. “Conocí directamente una guerra civil que costó un millón de muertos. El periodismo fue una escuela de conocimiento humano, de aprendizaje del oficio. Escribía poesía, pero era este oficio el que me daba la posibilidad de estar cerca de la gente y de reforzar esta relación de proximidad”.
Para Reis, el representante del jurado, la importancia de la obra de Mia Couto es triple. “En primer lugar nos dice que la lengua portuguesa está evolucionando en otras partes del planeta, no sólo en Portugal; una evolución que integra elementos de las distintas partes del mundo.
En segundo, la importancia de integrar en el imaginario literario historias, leyendas, tradiciones, de las culturas de Mozambique. Es sobre todo alguien que cuenta historias de las guerras, los sufrimientos de su país”, añade.
Y, en tercer lugar, considera, “es un escritor que nos dice a todos que África existe literariamente, con sus problemas, sus traumas, sus lenguas, y que tiene derecho a existir”.
EN LENGUA PORTUGUESA
Mía Couto es biólogo y novelista; es el primer africano en ganar el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances. Entre sus obras destacan Jerusalén y Tierra sonámbula.
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