Costoso festival internacional 'Esto Es Mozart'

Dicho evento que organizó Conaculta en marzo pasado, no sólo se empató con el Festival del Centro Histórico, sino que sumó actividades habituales del INBA. Los altos honorarios del elenco se cubrieron con un contrato triangulado entre México, Uruguay y España

thumb
Ver galería
thumb
Ver galería

CIUDAD DE MÉXICO, 14 de julio.-  En medio de reducciones y recortes al presupuesto cultural en México, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) reportó a Excélsior que gastó 13.4 millones de pesos para contratar ocho músicos extranjeros, dos mexicanos, tres orquestas foráneas y un coro mexicano dentro del Festival Internacional Esto es Mozart, realizado entre el 13 y 29 de marzo pasado, cuya propuesta nació para “formar nuevos públicos”… aunque hasta el momento las autoridades no han garantizado su continuidad.

Derivado de los números reportados por acceso a la información se han detectado tres datos relevantes. Primero: se paga mejor a los solistas extranjeros respecto de los mexicanos; segundo: la nómina europea obtuvo 95 por ciento del presupuesto invertido por esta institución cultural. Y tercero: Conaculta trianguló el pago de los recursos al hacer una adjudicación directa a favor de la sociedad anónima uruguaya Vivastar –dedicada a la exportación de servicios mixtos– y no directamente a la empresa española Creatio300 que oficialmente los representa.

Al respecto, el crítico musical José Noé Mercado comentó que la organización de este festival no sólo fue improvisada, sino que careció de objetivos y terminó empatado con las actividades del Festival del Centro Histórico.

Explicó que su programa fue robustecido con actividades que el INBA y otras instituciones realizan habitualmente a lo largo del año, “lo cual nos hace pensar si era necesario un festival sin un objetivo que impactara directamente en los públicos”, aseveró.

“Y al observar el monto gastado, uno se pregunta si ante una política donde se habla de recortes era necesario armar un nuevo festival con este tipo de cifras internacionales que nos hace levantar la ceja y preguntar por el beneficio para la sociedad”.

Potencias musicales

En este festival, anunciado como “fiesta de la música”, Conaculta gastó 13 millones 439 mil 900 pesos, el equivalente a un año del presupuesto de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), el valor aproximado de seis montajes operísticos en el Auditorio Nacional o seis funciones consecutivas con la soprano Anna Netrebko en Bellas Artes.

El intérprete que obtuvo el primero lugar por honorarios fue el pianista Lars Vogt (1970), proveniente de Düren, Alemania –descrito por Simon Rattle como “un músico extraordinario”– con 444 mil nueve pesos; le siguió el violinista lituano Julian Rachlin (1974), señalado por Zubin Metha como “un artista generoso en el escenario” con 416 mil 258.

El tercer lugar fue para el clarinetista Paul Meyer (1965), proveniente de Malhouse Francia, con 333 mil siete; el fortepianista Ronald Brautigam (1954), originario de Ámsterdam con 314 mil 506; y el pianista Till Fellner (1972) con 296 mil seis.

El sexto lugar correspondió al barítono mexicano Alfredo Daza (1975), quien hacía ocho años no cantaba en México pese a su posición como primer barítono de la prestigiada Staatsoper de Berlín.

Según el reporte, el barítono habría cobrado cerca de 479 mil 399 pesos, ubicados bajo el nombre de Gala Operística de Alfredo Daza y Karen Gardeazabal.

Al respecto, Daza fue consultado vía telefónica y explicó que normalmente percibe 15 mil euros por gala (240 mil 900 pesos de marzo), con lo cual habría percibido 481 mil 800 por ambos recitales en el Cenart.

Sin embargo aclaró que sólo cobró una función. ¿Por qué? “Para volver a cantar en México”, expresó. De forma adicional, Daza reconoció que tampoco cobró por las clases magistrales que impartió en la Escuela Superior de Música.

Así que el monto restante (238 mil 500 pesos) del concepto Gala Operística de Alfredo Daza y Karen Gardeazabal también incluía los 60 mil pesos que percibió la soprano mexicana –quien obtuvo los honorarios más bajos en esta serie–, viáticos y otros gastos.

En este sentido se le cuestionó al barítono si los cantantes mexicanos deben cotizarse a bajo costo en el mercado para poder cantar. “Pienso que la nacionalidad de los cantantes es irrelevante en el escenario mundial, lo que cuenta es la calidad artística y su currículum, que finalmente determina cómo se cotizan en el mercado”.

Aunque reconoció que en sus inicios los cantantes cobran poco mientras se dan a conocer. “Y en la medida que su calidad artística es reconocida, el mercado está dispuesto a mejorar las ofertas… Quizá a nuestros cantantes les ha faltado –excepto a Rolando Villazón–un aparato de relaciones públicas y mercadotecnia profesional para subir al nivel de súper estrellas globales”, apuntó.

Para finalizar la lista de solistas internacionales que reporta Conaculta, se debe mencionar al pianista austriaco Stefan Vladar (1965), ubicado en el séptimo lugar, quien percibió 240 mil 505 pesos; el pianista lituano Itamar Golan (1970) con 185 mil; y la violinista alemana Alissa Margulis (1981) con 148 mil.

Por su parte, las orquestas foráneas cobraron así: La Camerata de Salzburgo con 2 millones 53 mil pesos, la Orquesta de Cámara de Viena con 1 millón 757 mil 537 y la Kölner Akademie con 1 millón 110 mil.

El desglose para viáticos de músicos extranjeros incluye: 2 millones 87 mil 553 por boletos de avión, tres millones 192 mil por concepto de impuestos para los artistas extranjeros y 65 mil por la renta de un pianoforte, además de 106 mil 500 para gastos del coro de la BUAP y 17 mil por charlas y conferencias a cargo de Juan Arturo Brennan.

Dos empresas tras elenco

Para la contratación de los artistas extranjeros, Conaculta hizo una adjudicación directa por 12.7 millones de pesos a la sociedad anónima uruguaya Vivastar, dedicada a la exportación de servicios mixtos, como lo demuestra el contrato obtenido por Excélsior, donde estipula que tiene como objeto:

“Industrializar y comercializar en todas sus formas, mercaderías, arrendamientos de bienes, obras y servicios en los ramos y anexos de: alimentación, artículos del hogar, oficina, automotriz, bar, bazar, caucho…”, entre otros, y no trató directamente con la empresa española Creatio300, que oficialmente los representa.

Según el contrato, Vivastar es representada por Claudia Valeria Martins de Oliveira, con domicilio fiscal en Montevideo, Uruguay, a quien se buscó vía telefónica para conocer detalles del proceso de contratación. Sin embargo en dichas oficinas se aseguró que ella no trabaja en dicho lugar, sino para la empresa Creation300, con sede en Bilbao, España.

Vía correo electrónico se buscó a Enrique Munknik, representante para España y América Latina, quien reconoció que Valeria Martins trabaja para esta empresa, pero argumentó que no se podía hablar con ella, porque está de vacaciones, pero no aclaró la relación entre Vivastar y Creation300.