Quince años de hacer arte en comunidad; La Nana ofrece 20 talleres
Nahui Twomey, la nueva timonel del espacio, ratifica el poder de la música y la danza para vencer la violencia.

En julio de 2009, alumnos de dos secundarias realizaron una jornada de limpieza y baile que permitió utilizar el edificio de La Nana, ubicado en la colonia Guerrero, como la sede del Consorcio Internacional Arte y Escuela A.C. (ConArte), que llevaba tres años trabajando en escuelas públicas con un programa por la no violencia a través de la danza y la música.
Así, este edificio construido en 1908, que fue parte de la red que suministraba energía eléctrica a los tranvías de la Ciudad de México, por eso el nombre, catalogado como Patrimonio Industrial del siglo XX, se convirtió en “un espacio digno, accesible, para que niños, jóvenes y adultos ejercieran su derecho a la cultura y pudieran expresarse de forma libre a través del arte”.
TE RECOMENDAMOS: Festejan 150 años de la colonia Guerrero con diferentes actividades artísticas y culturales
En entrevista con Excélsior, Nahui Twomey Jiménez (1995), directora de La Nana, comenta que festejarán el próximo 27 de julio, con música, baile y una exposición, entre otras actividades, los 15 años de “hacer arte en comunidad” y de “ese aprendizaje colectivo que nos ha hecho crecer y mantenernos como un foro independiente”.
La maestra en Historia del Arte por la UNAM afirma que “ha sido un acompañamiento paralelo que hemos llevado con los vecinos, los habitantes de las colonias del cuadrante; somos parte de ese mapa colectivo”.

*Nahui Twomey Jiménez, directora de La Nana.
Explica que “somos fieles creyentes de que sí se puede aminorar la violencia con el arte. La experiencia en Ciudad Juárez lo comprueba. Cuando ConArte llegó, la gente no podía salir a la calle y, después, ya se acercaba a los centros comunitarios a tomar sus talleres. En Guerrero hemos tenido muchas experiencias positivas”.
Quien cursó la licenciatura en Historia del Arte y Curaduría en la Universidad de las Américas Puebla evoca que “los niños son los primeros que empiezan a habitar este espacio y jalan a sus familias. Se ha creado una comunidad de mujeres, de papás, de abuelas, de adolescentes, que no tenían un lugar de recreación”.
DANZA, DANZÓN, FOTOGRAFÍA… TIENEN UN LUGAR ESPECIAL EN LA NANA
La Nana, concedida en comodato a ConArte, ofrece actualmente 20 talleres de danza, danzón, fotografía y disciplinas que piden los asistentes. “Cada año hacemos la práctica Diagnósticos participativos, en la que le preguntamos a la gente qué actividades les gustaría tener para sus hijos y para ellos. Y, con base en esto, diseñamos los programas que se imparten”, señala la gestora cultural.
Confiesa que esta iniciativa ha pasado en los años recientes por una transformación profunda, porque cambió de dirección. “Durante casi cinco años trabajamos de manera colectiva y fue una etapa de aprendizaje para todos. Yo tomé la dirección en octubre del año pasado.
Estamos concentrados en recuperar ese aprendizaje que tuvimos; nos estamos capacitando en primeros auxilios, atención psicológica, prevención de incendios, evacuación y repliegue, somos brigadistas comunitarios. Todo para dar un mejor servicio”, indica.
En La Nana trabajan hoy en día ocho personas de base, los 20 talleristas y gente de servicio social, prácticas profesionales y reinserción social.
En cuanto a este último programa, Impulso laboral, Nahui Twomey destaca que el Instituto de Reinserción de la Ciudad de México les canaliza a personas que salen de la cárcel para que trabajen con ellos durante tres meses, se puedan capacitar y, además, se les ofrece talleres artísticos. “Desde 2017, hemos recibido a 60 personas”.
Agrega que, desde la pandemia, funciona la Escuelita La Nana, la primera que abrió Conafe en una zona urbana. “Empezamos con cuatro niños tzeltales y tenemos 42 de varias etnias”.
Por su parte, Michael Twomey Valdés, coordinador del Programa Interdisciplinario por la No Violencia de ConArte, añadió que desde 2018 se han concentrado más en el Centro Histórico y la colonia Guerrero.
Y de 2008 a 2017 trabajamos en 16 estados y varios países, dando talleres sobre metodología, intentando participar en la pacificación en lugares que estaban experimentando hiperviolencia, como Colima, Michoacán, Guerrero, la frontera norte y Tapachula”, dice sobre el periodo en que llegaron a colaborar con 22 escuelas.
Señala que si bien el interés principal es garantizar los derechos culturales de los niños. “La inclusión se aplica también a los jóvenes, adultos y adultos mayores. Queríamos ser inclusivos con todos”.
La directora concluye que el reto futuro es mantenerse, sin financiamiento permanente, como un espacio independiente. “Queremos abrir una escuela para que los adultos terminen su primaria. Seguiremos al servicio de la comunidad. El espacio es para ellos. Es lo que más nos interesa: que La Nana no se quede en cuatro paredes, sino que salga a la calle”.
CONSULTA AQUÍ LAS NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA
*mcam
EL EDITOR RECOMIENDA



