Empiezan año nuevo entre zozobra y cuidados sanitarios

CIUDAD DE MÉXICO

En la mesa del modesto departamento de una unidad habitacional, donde vive Ricardo M, policía de la Zona Sur de la Ciudad de México solo hubo como cena de fin de año, pollo en estofado chiapaneco, sopa de codito, gelatina y un flan con galleta.

Fue una cena de fin de año distinta, sin abrazos, sin la presencia de su madre, dos de sus hermanos están contagiados de covid-19, una de ellas es una enfermera en el estado de Guanajuato, otro más falleció hace unos meses a consecuencia de un infarto cerebral.

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Con su esposa y sus dos hijos de dos y cuatro años, solo pidieron 12 deseos al comer cada una de las uvas.

Este policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, con casi una década de servicio, señala que, en la Zona Sur, es donde más contagios por coronavirus se han reportado, por lo que ha tenido que extremar precauciones en las últimas semanas para cuidarse él y a su familia.

Lo que más ha extrañado en los festejos navideños es no poder estar con su madre, abrazarla y convivir con toda su familia.

SE AFLIGE POR SUS ENFERMOS

Por su parte, horas antes de concluir el 2020, Miriam concluyó su jornada laboral como enfermera en el turno matutino del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), salió con una tristeza que la acompañó hasta la cena de fin de año: ninguno de los 18 pacientes que se encuentran hospitalizados por covid desde hace más de 10 días, presentó mejoras o fue dado de alta.

Esta enfermera de 35 años ha estado en la primera línea de batalla en este hospital covid-19, el domingo pasado, le fue aplicada la primera dosis de la vacuna y eso, la motiva a seguir adelante en su trabajo.

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Miriam comentó que, en el momento de estar comiendo sus uvas, su principal deseo fue que sus hijos y esposo sigan teniendo salud, ya que nadie ha resultado positivo de este virus.

LA COVID LES APAGÓ EL FESTEJO

En tanto, hace semana y media la familia Jiménez Fernández había comprado la comida y la bebida para disfrutar año nuevo, pero el 25 de diciembre tres de sus integrantes tuvieron temperatura, dolor de cabeza, agotamiento y baja saturación de oxígeno.

Acudieron al médico quien, además de recetarles medicamentos, les prescribió oxígeno. Tres días después empeoraron y fue necesario que los hospitalizaran. El jueves, uno de ellos tuvo que ser intubado.

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