Vida salvaje enjaulada: La crisis de los grandes felinos

Estamos dentro de una gran crisis para los carnívoros, para los grandes felinos, porque la reproducción ilegal y la misma reproducción legal, pero sin ética, ha generado que existan tantos animales como perros y gatos”.

Esa fue la advertencia que lanzó Erik Acoltzin, coordinador de bienestar animal en Fundación Invictus —el único hospital veterinario en Latinoamérica especializado en grandes carnívoros— durante un recorrido con Excélsior en Pachuca, Hidalgo, donde actualmente habitan como pacientes unos 13 ejemplares producto del decomiso —o “aseguramiento”, como dicen las autoridades—.

Según el biólogo, el comercio digital de animales exóticos ha hecho más accesible la adquisición de estos animales, agravando los casos de malos cuidados e incluso el abandono en un país que permite su crianza.

Ahorita es todavía peor, porque con redes sociales el acercamiento que tienes a la compra de estos animales es mucho más fácil, ¿no? Y pues la venta ilegal continúa, porque sigue habiendo tráfico”, aseguró desde el sitio, donde cada año llegan una docena de grandes felinos cuyos propietarios no pudieron acreditar su legal procedencia.

#InvestigacionesExcélsior| El tráfico de animales en México se fortalece entre mercados públicos, plataformas digitales y complicidades criminales https://t.co/1xnJbS6Zw0

— Excélsior (@Excelsior) September 24, 2025

Prueba de que estos felinos se han vuelto más accesibles en términos logísticos y de distribución es el tipo de lugares donde logran ser asegurados, explicó el biólogo.

Cuando piensas en alguien que tiene un tigre o un león, luego luego piensas que es un narco o alguien con mucha lana, y aquí en Pachuca se han recogido tigres de los edificios del C. Doria; en Ecatepec (Estado de México), se han recogido animales, y no en las colonias grandes de Ecatepec, sino en las colonias chicas”, aclaró.

Datos sobre aseguramientos de felinos a Excélsior

El aumento de felinos como mascotas

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) coincide con su testimonio y aseguró, en un cuestionario enviado a Excélsior, que “en los últimos años ha aumentado la presencia de grandes felinos en casas, departamentos e inmuebles; por ejemplo, en 2024 la Profepa aseguró 13 ejemplares de grandes felinos (leones, tigres y jaguares)”.

Vida salvaje enjaulada: el alto costo de la extracción de fauna

Esta cifra contempla únicamente los animales asegurados como mascotas, y no el total de grandes felinos que viven —y se “conservan”— en México. El supuesto santuario del Ajusco, en Ciudad de México, llamado “Black Jaguar-White Tiger”, que la Profepa desmanteló en 2022 por señalamientos de maltrato, albergaba 187 grandes felinos… y no era el único.

El “sueño” americano

La Fundación Invictus se ha convertido en uno de los principales aliados de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Profepa para atender casos de aseguramientos de grandes felinos en la zona centro-sur. En gran parte, gracias a su capacidad logística y servicios veterinarios, que garantizan el bienestar de estos animales, algunos con una potencia mandibular que equivale a la presión de una tonelada.

Este hospital, que vive solo de donaciones y no está abierto al público, ha logrado concretar alianzas para trasladar felinos víctimas del decomiso al “santuario más grande de Estados Unidos”, un destino que muchos de estos animales no saben que podrán alcanzar.

Desde 2017, Invictus ha exportado más de 200 grandes felinos. Este año también alistan una nueva tanda de envíos para hacer espacio a nuevos pacientes.

En este hospital hay desde leones que imploran una caricia (por haber sido improntados), hasta feroces tigres que rugen si los miras a los ojos. Algunos sin colmillos ni garras; otros —los más afortunados— completos, pero con más grasa que músculo debido a una pobre dieta y a toda una vida enjaulados.

Al final, que no procures dar la dieta correcta o que no tengas un plan de enriquecimiento ambiental también involucra maltrato”, dijo Acoltzin.

También hay, aunque pocos, casos de felinos nativos de México —existen solo seis especies— que fueron extraídos de la naturaleza y son candidatos para regresar a ella. Sin embargo, la gran mayoría de los carnívoros que han pasado y pasarán por esta fundación nunca conocerán su hábitat natural.

Ellos están sufriendo la crisis porque están viniendo al mundo animales que no deberían venir, están existiendo en casas animales que no deberían estar en casas, están privándoles la libertad a animales que deberían estar en libertad”, lamentó.

Se trata del rostro más cruel y peligroso del tráfico animal: uno que juega con la genética y con un marco legal laxo para generar ganancias sin consecuencias… hasta ahora.

La leona “Hazha”

A este hospital llegó a finales de julio la leona “Hazha”, de aproximadamente ocho o más años. Fue asegurada por la Profepa en un domicilio del Condado de Sayavedra, en Zona Esmeralda, Estado de México, donde Excélsior había documentado sus condiciones semanas antes.

La denuncia por este caso existía desde 2021 ante la Procuraduría, pero fue gracias a la insistencia del activista Walt Dice que la nueva administración tomó cartas en el asunto.

Simplemente para tener un animal de estos debes tener un plan de manejo, debes tener una procedencia”, dijo el activista, quien aseguró que en ese mismo fraccionamiento ya se había decomisado otro gran felino en años recientes.

Ya en Invictus, Hidalgo, “Hazha” se muestra más juguetona y con un cambio visible en su apariencia, gracias a una adecuada alimentación. Según Acoltzin, llevaba una dieta muy grasosa y sus exámenes de sangre mostraban altos niveles de azúcar.

Eso pues no lo hacía allá (en Zona Esmeralda); aquí, de repente rejuvenecen. Es una leona que aparentemente tiene 10 años y ya empieza a jugar, como si fuera una leona joven”, dijo el biólogo.

Así como “Hazha”, existe otra docena de casos en Invictus, como el de “Toño”, un tigre de Bengala blanco que también llegó en condiciones similares.

Toño es un animalito que nació en un criadero. Los tigres no nacen en la India y se los traen para acá. Hay criaderos de tigres en México”, explicó el experto.

Crianza sin ética disfrazada de legal

En México existen al menos dos figuras legales que permiten la conservación y aprovechamiento de la vida silvestre: las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAs) y los Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre (PIMVS).

Originalmente concebidas para preservar la fauna silvestre, ambas figuras están reguladas por la Dirección de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la cual otorga los permisos. Ambas pueden recurrir a la crianza o comercialización de animales salvajes, siempre que respeten su tasa de aprovechamiento.

Según la abogada animalista Sofía Morín, vocera de la Confederación de los Derechos de Animales, existen sitios con estos permisos que lucran con la sobre-reproducción de grandes felinos gracias a un marco legal laxo y a la falta de vigilancia de la Dirección de Vida Silvestre, a cargo de Fernando Gual.

Hacen una cosa llamada ‘lavado de especies’, y esto sucede dentro de zoológicos, dentro de las UMAs, dentro de los PIMVS, donde nace un animal y no lo están reportando (...) o lo reportan para usar ese mismo documento y comercializar con otros cinco”, explicó.

Otros activistas, como ella, se han quejado de la falta de transparencia de esta dependencia, que lleva años sin publicar un censo de grandes felinos en el país, aun cuando los reportes anuales son una obligación para toda unidad y predio de manejo de vida silvestre.

Actualmente se desconoce cuántos de estos animales hay en UMAs y PIMVS de manera legal, cuántos han nacido desde hace seis años y cuántos han muerto. No obstante, el aumento en decomisos y aseguramientos —que surgen por falta de documentación del propietario— refuerza las acusaciones.Actualmente tenemos alrededor de 11 mil UMAs y PIMVS, y ese es un problema, porque es humanamente imposible que las pocas personas que trabajan en la Semarnat, en la Dirección de Vida Silvestre, puedan hacer las inspecciones anuales que tienen que hacer”, dijo Morín, citando cifras de 2019.

Solicitud a Semarnat

Van por reforma

La Ley General de Vida Silvestre fue reformada apenas a finales de junio para prohibir los espectáculos en delfinarios (“Ley Mincho”), los cuales también son considerados UMAs y PIMVS. Sin embargo, existe otra reforma a esta ley que activistas esperan pueda ser extraída de la congeladora, luego de que el maltrato animal fuera prohibido de manera constitucional por el Congreso de la Unión a finales de 2024.

La Ley General de Vida Silvestre tiene muchas áreas de oportunidad. Fue hecha en 2003, y fue hecha por personas que se dedicaban a vender a estos animales. Por ejemplo, en la Ley no existe ni siquiera la definición de mascota, o mascota silvestre, o mascota de animal de compañía de origen silvestre”, dijo a Excélsior Adriana Buenrostro, directora de política de Animal Heroes.

En 2022, esta organización impulsó una reforma que buscaba prohibir a los grandes felinos como mascotas, con el objetivo de frenar su reproducción en cautiverio con fines comerciales.

La reforma fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados y turnada al Senado, donde quedó estancada y aún no ha sido revisada.

Según Buenrostro, existen las condiciones para retomarla y aprobarla, con algunas reservas.

Al rescatar esta minuta, con algunas reservas, lo mismo que hicimos en la ‘Ley Mincho’, es mejorar la definición de mascota o animal de compañía de origen silvestre para que podamos acotar más la manera en que las NOMs otorgan permisos, porque ahorita es relativamente fácil obtener uno para tener un animal silvestre”, aclaró.

También detalló que se esperan modificaciones para regular la reproducción de especies en cautiverio, los requisitos para UMAs y PIMVS y el futuro de los animales ya existentes que fueron víctimas del comercio. Todo, para evitar su sacrificio o abandono innecesario.

«pdg»

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