Pablo Carrillo

Pablo Carrillo
La neurona

Privilegio

04 de Junio de 2021

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Con mucho orgullo les participo que Grupo Imagen estará transmitiendo los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 a través de Imagen Televisión.

Los maravillosos Juegos Olímpicos, que han significado para la humanidad un momento de unión, paz, fraternidad y grandes demostraciones de los atletas que ahí se dan cita. Sin duda un evento que nos hace recordar que el mundo, aunque sea por unos cuantos días, puede convivir en torno a las competencias deportivas.

El pedagogo e historiador Pierre de Coubertin, un convencido del valor de que el deporte y la vida con salud a través de esa gran vertiente, podrían hacer una mejor humanidad, y gracias a sus gestiones e iniciativas, logró que en 1896 se realizaran los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, un inicio esperanzador, que no imaginaba lo que se lograría al paso del tiempo. En el marco del Congreso Internacional de Educación Física, que se realizó en la Universidad de la Sorbona en París en 1894, se acordó, gracias a su incansable trabajo de unir al mundo en paz a través del deporte, que en 1896 se realizarían los Juegos Olímpicos en Atenas, Grecia.

Ciento veinticinco años después la humanidad no logra agradecer y reconocer con justicia la inconmensurable aportación que el barón Pierre de Coubertin realizó con sus ideales, perseverancia y grandes estudios de lo que sucedía en la cultura griega en torno a costumbres y apego al deporte como una fuente de superación humana.

Mis primeros recuerdos de unos Juegos Olímpicos se remontan a los extraordinarios Juegos Olímpicos México 1968, pues apenas con seis años, viví algunas imborrables experiencias que se quedaron para siempre en mis recuerdos, y que quizá, en gran medida, influyeron en mi formación personal para llevarme hasta mi actual profesión. En aquella televisión General Electric “a colores” que había comprado mi padre durante la Feria Mundial en Nueva York, pudimos ver, con gran presencia de nuestros amigos y vecinos, aquellas primeras transmisiones que, con deslavados colores, apreciábamos como la mayor experiencia cromática posible. Vaya emoción vivimos aquella noche en la que el Tibio Muñoz ganaba la medalla de oro en los 200 metros pecho, todos nos abrazábamos, todos lloraban, huella feliz e indeleble, a pesar de mi muy corta edad, ya ni hablar de aquellas fanfarrias que antecedían a la premiación y, más adelante, el Himno Nacional, desde entonces, cada vez que lo he escuchado en los Olímpicos, no puedo contener las lágrimas de emoción; recuerdos nostálgicos.

Es un verdadero privilegio formar parte del equipo de Imagen Televisión hacia Tokio 2020.                                                                  

 

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