Sergio Larrañaga

La realidad de nuestro futbol es exactamente lo que vimos el jueves: una escuadra campeona del mundo que está muy por encima de nuestro nivel.

Resulta increíble tener a un técnico como Osorio con su famoso esquema de rotación y los cambios para ajustar. ¿Qué no sabe el señor que un equipo se puede ajustar sin hacer cambios, justo lo que hizo Löw antes de la goleada?

Ahora, ¿en qué cabeza cabe dejar en la banca a Vela e iniciar con Aquino? Éste es un jugador de Liga MX, su realidad es Tigres y, aunque es un buen jugador, nunca va a ser igual a tener al de la Real Sociedad por la izquierda o la derecha.

¿Qué demonios hacía Marco Fabián en la banca y en su lugar Gio? Giovani, jugando en la MLS, muestra que su nivel no está a tope. Por el contrario, Fabián está en plenitud jugando en Alemania y anotando soberbios goles. Tiene una condición física brutal.

¿Rafa Márquez por Jonathan dos Santos? ¡Ay, cabrón! Ésta sí me hizo ver lo retrasado que está el señor Osorio. Jonathan está en un momento brutal de condición y talento, es un medio de gran recuperación y desgasta al rival que sea; el clásico dolor de cabeza para cualquier equipo: sube, baja, defiende, ataca y tiene disparo.

Ahora, la alineación que México necesita, y la cual siempre nos ha dado los mejores resultados, es 4-5-1. Cuatro defensas bien parados con una media robusta en la que el quinto medio participe como enganche. Jiménez con Chicharito en punta es la clave.

El ejemplo más claro de un equipo muy bien parado es Chile. Fuera de Vidal, Bravo (porterazo) y un par más, el resto no son figuras mundiales, igualito que en México. La diferencia: una estrategia de un equipo con disciplina y con una gran condición física.

Lo que más puedo aplaudir de México es:

Chicharito: ¡Qué jugador más entregado a su equipo! Con sus virtudes y carencias demuestra que no hay balón perdido. Trabajó como un poste dando un partidazo, generó tres pases claros de gol que no se concretaron. Osorio, entiende, necesita quién le ponga la bola. Si lo quieres de punta para bajar por el balón, tocar y salir en busca del centro, sin que nadie le regrese la bola, es imposible.

Raúl Jiménez: Jugadorazo que igualmente está por encima del equipo, pero Osorio lo tira de extremo cuando podría jugar de enganche o bien junto al Chicharito. Se le ve corriendo y partiéndose la madre en una posición en la que difícilmente hará daño.

Jonathan: ¡Jugadorazo! Cómo ha subido de nivel este chavo, ojalá lo cuidemos y siga así, porque el estilo de México, para poder siquiera pensarle a empatar a un grande como Alemania, es teniendo jugadores con esta fuerza física y una brutal condición.

Fabián: A mi gusto, nuestro medio creativo para el Mundial. Debe ser titular en todos los juegos para que vaya entendiendo, claro, si Osorio entiende que el balón va a tener que pasar por él.

Increíble escuchar a medios que dicen que dominábamos el juego por momentos y que no supimos qué hacer, ¡por el amor de Dios! Minuto 8 del primer tiempo, abajo 2-0, cualquier entrenador inteligente sabe que con ese resultado, en ese momento del partido, se debe parar al equipo de una forma que permita al rival creer que está dominando, pero lo está matando físicamente.

El quinto partido del Mundial no va a llegar jamás con este estilo de juego y con este DT, que no tiene una idea clara de su equipo, su formación y qué estilo debe aprender para dominarlo y hacer que sea un dolor de cabeza para los rivales.

Hablando de rotación, ¿cuándo vamos a rotar a este compadre?

Si de rotación se trata, pues hagámoslo con el DT y probemos para ver si encontramos al ideal.

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