Proyectos serios

En mayo pasado, escribí en este espacio acerca del buen torneo que el Guadalajara estaba realizando, en ese momento ya con la calificación directa a la liguilla en la mano, y con un proyecto interesante, encabezado por Fernando Hierro desde la directiva y con Veljko Paunovic en la dirección técnica. Las cosas marchaban bien, y se pondrían mucho mejor, con unas Chivas que se quedaron muy cerca de ganar el campeonato. Han transcurrido poco más de cuatro meses desde aquella columna y las cosas han cambiado, no sólo en cuanto a los resultados, también en cuanto a la percepción que el proyecto produce en la opinión pública, desde aficionados hasta comunicadores y expertos, que en muchos casos se preguntan si el técnico serbio debe continuar al frente del Rebaño Sagrado.

El caso del Guadalajara es el ejemplo perfecto del porqué nuestro futbol se encuentra estancado. No se acaba de borrar la tinta de todo lo escrito alabando lo que había hecho en el certamen anterior, y hoy las voces en contra del naciente proyecto suenan fuerte. Hace algunas semanas, antes de la pausa por la Leagues Cup, las Chivas marchaban invictas, se hablaba de que el club iba por el camino correcto, que las ideas traídas desde el viejo continente por el director deportivo y el entrenador le estaban cambiando la cara a una institución ávida de trofeos, hoy eso es cosa del pasado, y en cualquier espacio de debate sobran personas que quieren el adiós de Paunovic, o que se le ponga fecha de caducidad a su estancia en México si los resultados no se revierten pronto.

Es una realidad que el funcionamiento del plantel ha ido a la baja, y que eso ha traído más derrotas que victorias recientemente; contando el fracaso en Leagues Cup, solamente han ganado un partido tras ganar los tres primeros de la Liga MX; además, si agregamos la humillante derrota en el Clásico el sábado, la crisis cobra mayor intensidad.

El cuerpo técnico ya recibió el espaldarazo de la directiva, y ahora deberá recuperar la confianza que los jugadores parecen haber perdido y regresarlos a la realidad, ésa de ser un equipo que sorprendió el torneo anterior, que superó los pronósticos, y que las expectativas generadas por llegar a la final deben ser contenidas, que no son tan buenos como muchos les hicieron creer, pero tampoco son tan malos como algunos argumentan ahora. La tarea no será sencilla, desafortunadamente los enormes sueldos de los futbolistas, la fama a la que llega por jugar en las Chivas y el obtener el subcampeonato parece les ha hecho perder piso, y si se suma que hay quienes no soportan la presión que conlleva portar la playera rojiblanca, el rumbo se pierde fácilmente. Eso no significa tirar todo por la ventana y ceder ante la presión de las redes sociales y los programas de televisión, es momento de tener proyectos serios, que no sean descartados al primer momento complicado. Eso le hace falta a nuestro estancado futbol, la continuidad que los torneos cortos han desaparecido.