Orgullosos

Con un relampagueante rally de tres carreras en la parte baja de la novena entrada, Japón terminó con el sueño de México en el Clásico Mundial de Beisbol. El gran favorito, que había sido controlado por el pitcheo del equipo dirigido por Benjamín Gil durante seis ...

Con un relampagueante rally de tres carreras en la parte baja de la novena entrada, Japón terminó

con el sueño de México en el Clásico Mundial de Beisbol. El gran favorito, que había sido controlado por el pitcheo del equipo dirigido por Benjamín Gil durante seis innings, despertó en el último tercio del juego semifinal, disputado en Miami, para venir de atrás y quedarse, no sólo con el triunfo, sino también con el boleto a la gran final. El partido fue muy emocionante, y dejó de manifiesto el talento y empuje del representativo nacional, que vendió muy cara la derrota a los extraordinarios nipones. Desafortunadamente, en esta ocasión, el relevo, que en general había hecho una excelente labor en los cinco partidos previos, falló a la hora buena, permitiendo la remontada de los rivales, que, hay que reconocer, nunca bajaron los brazos.

Con un sabor amargo culminó la mejor participación de un equipo mexicano en el evento que comenzó a disputarse en 2006. De hecho, México venía de dos actuaciones en las que ni siquiera pudo pasar de la primera ronda, para ahora levantarse del traspié inicial ante Colombia, para ligar cuatro victorias consecutivas, incluyendo la paliza a los Estados Unidos, con todo y su estelar line-up, repleto de figuras de Grandes Ligas, la aplastante victoria ante el buen equipo que presentó Canadá (que es cierto, jugó sin el lesionado Freddie Freeman), y la emocionante victoria en cuartos de final, viniendo de atrás para eliminar a Puerto Rico.

Esos triunfos le permitieron a la novena mexicana llegar a donde nunca había llegado en las cuatro participaciones previas. Por ello, hay que estar muy satisfechos con lo realizado por los peloteros, que disputaron un torneo lleno de grandes equipos. Y no se trata de ser conformistas, algo de lo que me calificaron algunas personas tras el out final el lunes; claro que siempre hay que aspirar a ganar, pero hay que ser sinceros, un campeonato de México habría sido una gran sorpresa; con esto no estoy diciendo que nuestro equipo no contaba con talento suficiente para competir contra cualquier rival, eso lo pensaba antes de que iniciara el Clásico, y las actuaciones posteriores demostraron precisamente eso, que hay jugadores con el nivel necesario para enfrentar a lo mejor que el beisbol puede ponerles enfrente, pero tampoco hay que taparse los ojos, ya que ni el hecho de contar con un roster lleno de elementos de Ligas Mayores, colocaba a México entre los grandes favoritos. Exactamente por eso es que hay que reconocer que, aun así, la actuación fue muy destacada.

Si se quiere llegar más lejos, el trabajo por delante es arduo, se necesitan no sólo un mayor número de beisbolistas en la mejor liga del mundo, sino también es necesario que tengamos más jugadores del nivel de Julio Urías y de Randy Arozarena. Pero hoy debemos felicitar a los nuestros por el papel hecho y, sin caer en triunfalismos o celebraciones excesivas, se vale estar muy orgullosos.

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