Lo que se necesitaba

El domingo, en la cancha Phillipe Chatrier, se vivió uno de los grandes momentos del tenis, con Carlos Alcaraz y Jannik Sinner como los protagonistas de una memorable final de Roland Garros. Los dos mejores jugadores de la actualidad disputaron la final más larga en la ...

El domingo, en la cancha Phillipe Chatrier, se vivió uno de los grandes momentos del tenis, con Carlos Alcaraz y Jannik Sinner como los protagonistas de una memorable final de Roland Garros. Los dos mejores jugadores de la actualidad disputaron la final más larga en la historia del abierto francés y, de paso, nos regalaron un partido que ya se encuentra entre los mejores de todos los tiempos.

Por casi cinco horas y media se brindaron al máximo, ejecutando tiros casi imposibles de realizar, soportando la presión, el viento, el cansancio físico y mental que significa jugar un partido por tanto tiempo a un elevado nivel. Fue memorable; para quienes tuvimos la suerte de verlo ya fuera en el estadio, por televisión o en algún dispositivo móvil, será un recuerdo imborrable.

Lo ocurrido hace tres días sirve para demostrar lo maravilloso que puede llegar a ser el deporte, generando un impacto enorme, incluso llevando a muchas personas que no son aficionadas al tenis a estar pendientes. Las redes sociales fueron una muestra clara de lo que el duelo entre las dos principales raquetas de la ATP provocó, el partido siguió siendo unos de los principales temas mencionados.

 La sensacional victoria de Alcaraz, remontando por primera ocasión en su carrera un partido en el que había perdido los dos primeros sets, es la primera final de Grand Slam en la que estos dos jóvenes maestros del tenis se enfrentan, y estoy seguro de que no será la última.

Fue una probadita de lo que está por venir en el deporte blanco, que sigue pasando por la transición del fin de la era del Big Three, tras el adiós de Roger Federer y de Rafa Nadal, mientras que, aunque el otro miembro del grupo, Novak Djokovic sigue en la élite, ya se le ve un paso por detrás de los dos primeros rankeados del circuito profesional.

Pero, con todo y lo doloroso que puede llegar a ser el fin de una era dorada, sin duda la mejor al haber contado con los tres jugadores que más torneos importantes han obtenido en la historia; constantemente he escrito que siempre llegarán jugadores capaces de tomar la estafeta.

Puede ser que nuca veremos algo similar o que se acerque a lo vivido con Federer, Nadal y Djokovic, pero como ya ha ocurrido, llegarían las nuevas estrellas que cargarían con el peso de ser los siguientes héroes. Sinner y Alcaraz ya demostraron que están listos para asumir tal responsabilidad, ganando entre ambos los más recientes seis Grand Slams y siete de los últimos ocho en total.

Con el español actualmente bicampeón en Roland Garros, y además buscará en Londres su tercera corona consecutiva en Wimbledon; mientras que el italiano ha ganado títulos consecutivos en Australia y llegará al US Open como el favorito y actual monarca. Esperando ver si alguien se les puede sumar, de momento, esta rivalidad es justo lo que el tenis necesitaba. Con dos jugadores con personalidades muy distintas y estilos diferentes, pero con un talento impresionante que va a generar que los aficionados sigamos pendientes de lo que suceda en la ATP.

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