La nueva era llegó
El tenis varonil vive un momento muy especial. La rivalidad entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se ha convertido no sólo en la sensación del deporte blanco, se ha transformado en una de las grandes historias del deporte en general a nivel mundial. El domingo, los dos ...
El tenis varonil vive un momento muy especial. La rivalidad entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se ha convertido no sólo en la sensación del deporte blanco, se ha transformado en una de las grandes historias del deporte en general a nivel mundial.
El domingo, los dos mejores jugadores de la ATP se volvieron a ver las caras en una final de Grand Slam. El partido disputado en Nueva York se convirtió en el tercero consecutivo por el título de un major, después de las dos grandes finales que disputaron tanto en Roland Garros, como en Wimbledon.
Los duelos entre el español y el italiano están permitiendo que la transición entre la etapa del Big Three (que todavía sigue viva gracias al inoxidable Novak Djokovic), y una nueva era en el tenis sea más sencilla para los millones de aficionados, que veían con tristeza primero el adiós de Roger Federer y después de Rafael Nadal, llegando muchos a pensar que su deporte favorito podría llegar a vivir momentos complicados tras haber vivido una época que difícilmente se volverá a repetir. Pero estos dos fenómenos están logrando lo que muchos pensaban imposible.
En más de una ocasión he escrito y comentado que el tenis siempre ha sobrevivido a los retiros de los más grandes jugadores, que siempre han aparecido nuevas raquetas con hambre de triunfo, que han llenado en mayor o menor medida los zapatos de aquellos que hicieron historia y que decidieron decirle adiós a su etapa profesional. Alcaraz y Sinner son un perfecto ejemplo de eso.
Con Djokovic todavía en activo y ubicado entre los mejores del orbe, las dos nuevas estrellas han asumido el control del circuito, y lo han logrado de una manera tan dominante que han tomado una enorme distancia respecto de cualquier otro tenista de la actualidad. La victoria de Alcaraz significó que por octavo Grand Slam consecutivo, entre ambos se han quedado con todos los trofeos, con el nacido en Murcia ganado cuatro, y su rival, los otros cuatro.
El español ganó los dos Abiertos de Francia en ese periodo, además de Wimbledon 2024 y el US Open de este año; mientras que el italiano es el actual bicampeón del Abierto de Australia, ganó el Abierto de Estados Unidos el año anterior, y es el actual monarca del Abierto de Inglaterra.
La diferencia de puntos entre los dos, con respecto al tercer sembrado de la ATP, Alexander Zverev, es enorme, con Alcaraz alcanzando 11 mil 540 unidades tras su triunfo en el estadio Arthur Ashe, y Sinner con 10 mil 780, mientras que el alemán tiene 5 mil 930. Pero no sólo existe una importante distancia en cuanto al ranking, también es evidente en cuanto al juego, mostrando una enorme superioridad sobre sus rivales cada ocasión que saltan a la cancha.
Seguramente otros jugadores irán elevando su rendimiento, complicándole así las cosas a las dos principales raquetas del mundo, pero, de momento todo indica que su dominio no terminará pronto, y que una nueva era del tenis ha llegado.
