Dominio

La Fórmula 1 ha coronado a su campeón. Con una nueva victoria, Max Vertappen se convirtió en el nuevo miembro del exclusivo club de las pilotos que han ganado el título en años consecutivos.

El neerlandés continuó con su brillante 2022, arrasando a la competencia en el mojado asfalto de Suzuka, para así mantener su hegemonía en la categoría reina del deporte motor.

El triunfo en territorio japonés ratifica que el talento del bicampeón no está en duda; su impecable manejo y arrojo en las pistas lo han posicionado ya entre los nombres ilustres de la categoría.

De por sí, ya desde antes de 2021, los grandes expertos y expilotos lo veían cómo alguien que seguramente al final de su carrera se encontraría entre los nombres históricos del automovilismo. Ahora, con los campeonatos logrados espalda con espalda, el cielo es el límite para el joven nacido en Hasselt, Bélgica, hace 25 años.

Este año ha ganado más carreras de las que llevaba en su todavía corta carrera; con el triunfo del domingo, bajo la lluvia, ya acumula 12 triunfos en el año, para llegar a 32 en total (empatando a Fernando Alonso); ubicándose entre los máximos ganadores de todos los tiempos, superado únicamente por cinco leyendas del deporte motor: Lewis Hamilton, Michael Schumacher, Sebastian Vettel, Alain Prost y Ayrton Senna.

Su protagonismo en las últimas dos temporadas ha sido espectacular (aunque, claro que en 2021 el título llegó de manera dramática, superando al 7 veces campeón del mundo, Hamilton). Si sumamos ambas campañas, no hay piloto que se le acerque ni en triunfos, ni en pole positions, ni en vueltas al frente de los Grandes Premios, ni en puntos ganados. Y lo hecho en 2022 lo ubicará posiblemente como el mejor campeón de todos los tiempos ya que, a falta de cuatro carreras, todavía podría acumular más triunfos. De momento está a uno del récord que Schumacher y Vettel comparten; ambos se quedaron con la bandera de cuadros en 13 ocasiones, en 2004 y 2013, respectivamente.

Hablando de cómo ha asumido el control de la categoría este año, la carrera en Suzuka fue una clara muestra, ganando la posición de privilegio para luego tener una espectacular arrancada, en la que alargó todo lo que pudo la frenada de la primera curva, para así evitar que Charles Leclerc le arrebatara el primer lugar, luego se fue quitando rivales y terminó con una apabullante victoria de mucho más de 20 segundos sobre el segundo puesto. Y ésta no es la primera ocasión que se ha llevado de calle al resto de la parrilla de salida, se ha vuelto una costumbre, y en las ocasiones que la competencia es reñida, saca a relucir su extraordinario control del auto para ganar las carreras.

Nada se puede asegurar, mucho puede pasar en el futuro, pero todo indica que nada evitará su dominio los siguientes años en la Fórmula 1.