Debería ser la norma

El deporte mexicano ha vivido días felices. La semana pasada y al inicio de ésta, nuestro país disfrutó de grandes éxitos de varios atletas nacionales, que nos brindaron extraordinarias actuaciones.

En múltiples ocasiones he expresado en esta columna que México tiene lo necesario para poder tener un número elevado de deportistas de élite, pero la triste realidad del país, repleto de corrupción e impunidad en los más altos niveles de la política, también se refleja en el deporte.

Pero en ciertas ocasiones, con todo y los obstáculos impuestos por los dirigentes y federativos, nuestros deportistas demuestran que mi creencia y la de muchas otras personas es correcta, Tienen la capacidad para medirse ante los mejores. En días pasados, pudimos ser testigos de extraordinarios resultados; además logrados en diferentes disciplinas, borrando la errónea idea de que los mexicanos sólo tienen talento para ciertos deportes.

Todo comenzó el sábado en Iowa, ahí Pato O’Ward volvió a lo más alto de un podio de la IndyCar. El regio dejó una nueva muestra de su enorme talento, ratificando el domingo, con otro buen resultado, su segundo lugar en el campeonato, a falta de cinco carreras para el final.

Llegó el domingo, que comenzó con la excelente noticia en la marcha en Dublín, y el gran 1-2 de Alegna González y Ximena Serrano. Las nacionales dominaron la prueba y, de paso, Alegna aseguró su lugar en el Campeonato Mundial de Tokio, con una nueva marca mexicana en la prueba. En otro deporte olímpico, Matías Grande se colgó el oro en la Copa Mundial de tiro con arco en Madrid.

Otro que brilló fue Isaac del Toro, quien ganó tres de las cinco etapas de la Vuelta a Austria, cerrando su gran actuación con el primer lugar de la prueba. Con el triunfo, el Torito ya se ubica decimoquinto en la clasificación mundial UCI.

No hay que olvidar que el tamaulipeco Abraham Ancer terminó tercero en la etapa del LIV Golf. Algo que, sin lugar a duda, le regresará la confianza a un golfista que tiene talento suficiente para conseguir incluso mejores resultados.

Para finalizar en las Grandes Ligas y el Juego de Estrellas, con cinco seleccionados nacionales que recibieron el llamado, y en el que por primera ocasión tres peloteros mexicanos fueron elegidos directamente para ser suplentes: Jonathan Aranda, Andrés Muñoz y Alejandro Kirk. A ellos se sumaron Isaac Paredes y Randy Arozarena; y aunque Paredes declinó, el hecho de que tantos jugadores de nuestro país hayan sido convocados a un día tan importante es muestra de su enorme capacidad. Ojalá tuviéramos más jornadas deportivas así, aunque no es fácil porque las condiciones no son las ideales. Lo cierto, es que, si las cosas se hicieran bien, esto sería la norma y no algo ocasional.