Costosas decisiones
Apenas se han disputado tres semanas de la NFL y algunos equipos ya se encuentran en una situación complicada. Una de las franquicias que no parecen encontrar el rumbo son los Jets de Nueva York, que, tras las enormes expectativas generadas por la llegada de Aaron Rodgers, ...
Apenas se han disputado tres semanas de la NFL y algunos equipos ya se encuentran en una situación complicada. Una de las franquicias que no parecen encontrar el rumbo son los Jets de Nueva York, que, tras las enormes expectativas generadas por la llegada de Aaron Rodgers, ahora que no cuentan en el campo con él, se ven perdidos, con dos derrotas consecutivas, con una ofensiva inoperante.
Aunque los neoyorquinos ganaron su primer partido de la temporada, lo mostrado una vez que su estelar quarterback se lesionó el tendón de Aquiles en el Monday Night ante Búfalo no generó tanta emoción entre sus aficionados, que una vez que despertaron el martes y que la emoción del triunfo se disipó, se vieron cara a cara con la realidad que enfrentaban sin el futuro miembro del Salón de la Fama. Aunque la victoria no perdió importancia, el globo que se había inflado con las enormes expectativas, y predicciones de muchos expertos que colocaban a los Jets entre los favoritos a ganar el Súper Tazón una vez que el cambio con Green Bay por Rodgers se llevó a cabo, se comenzó a desinflar. Llegaron los análisis fríos de lo sucedido ante los Bills y, de no haber sido por la defensiva, y por una gran jugada de equipos especiales en el tiempo extra, ese duelo debió ser una derrota, la ofensiva no produjo mucho, y la actuación de Zack Wilson no ilusionó a nadie. El joven mariscal de campo ha sido un fracaso desde que llegó a la liga en 2021, proveniente de BYU y además siendo el segundo jugador elegido en todo el reclutamiento ese año, algo que siempre pareció arriesgado por parte del gerente Joe Douglas, que apostó mucho por un quarterback que muchos expertos no veían listo para cargar con el peso de una franquicia. La apuesta hasta ahora ha sido fallida, y no se ve cómo eso se pueda revertir, Wilson no ha dado señales de crecimiento, y lo mostrado desde que ingresó a suplir a Rodgers es claro. Al elegirlo, los Jets seleccionaron a su tercer mariscal de campo dentro de los cinco primeros de un Draft desde 2009 (los otros fueron Mark Sánchez en 2009 y Sam Darnold en 2018) y salvo que algo increíble ocurra, al igual que con los otros, dos su futuro estará lejos de la Gran Manzana.
La gerencia de NY se lanzó con todo por Rodgers, y se sabía que la clave de su éxito estaba atada a él, una vez que decidió junto al coach Robert Saleh el mantener a Wilson como el suplente, estaban a una lesión de su quarterback de pasar de contendientes a regresar a ser un pretendiente, en una Conferencia Americana repleta de buenos equipos. Sin importar quién ha sido el encargado de tomar las decisiones de la franquicia en los últimos 15 años, cuando se ha tratado de la posición más importante del futbol americano, esas elecciones han quedado a deber, y hoy lo que era una prometedora campaña, con esperanza de ver al equipo en un juego por el título por primera vez desde el Súper Tazón III, parece que terminará de nuevo con los Jets lejos de ese objetivo.
