Contra el tiempo

Cuando inició el actual certamen, Monterrey y América se encontraban entre los favoritos para destronar al Cruz Azul, pero la realidad los ha golpeado de frente, y no podía estar más lejos de ese favoritismo; hoy Rayados y Águilas tienen que replantearse muchas cosas, ...

Cuando inició el actual certamen, Monterrey y América se encontraban entre los favoritos para destronar al Cruz Azul, pero la realidad los ha golpeado de frente, y no podía estar más lejos de ese favoritismo; hoy Rayados y Águilas tienen que replantearse muchas cosas, tras sus respectivas eliminaciones.

Rápidamente han salido los detractores de las directivas encabezadas por Duilio Davino y Santiago Baños, así como de los cuerpos técnicos, dirigidos por Javier Aguirre, y Santiago Solari. Es difícil encontrar a algún seguidor de Monterrey y América que esté a favor de la continuidad de estos proyectos, considerando que estos fracasos no pueden pasarse por alto; igual que es complicado al calor del momento, culparlos por pensar así. En el año que llevan El Vasco y El Indiecito, el funcionamiento de cada uno de los clubes, y los resultados, al menos en lo que a la Liga MX se refiere, no son los esperados.

En el caso de Rayados (quitando el triunfo de la Concachampions), las cosas son preocupantes: en ambos torneos con Aguirre al frente no hubo calificación directa a la liguilla, y salvo por la goleada a Cruz Azul en la repesca, hace un par de domingos, en tres partidos de segunda fase, el club regiomontano sólo ha ganado uno. También, preocupante es la falta de autocrítica del entrenador que, incluso, se atrevió a justificar su temprana eliminación, declarando tras el juego ante los Zorros, que su plantel era corto, algo ridículo, tomando en cuenta que es uno de los más caros del torneo.

Por su parte, Solari ha llevado a las Águilas a sumar la mayor cantidad de puntos en el año que ha dirigido en México. Desafortunadamente para él, eso no se ha traducido en éxitos una vez llegadas las liguillas, en las que ha mostrado su falta de experiencia en eliminatorias directas, y se ha ido rápidamente en los cuartos de final. Para agravar su situación, el juego mostrado por el club de Coapa, aunque efectivo en la liga, es poco atractivo, y lo que vimos en la ida de cuartos ante Pumas fue decepcionante (aun entendiendo que el empate a cero le convenía), y sumado a lo enseñado en la derrota del sábado, hay poco que defender.

Con lo que acabo de escribir no pretendo firmar sentencia a nadie, especialmente contra los técnicos, que llevan sólo un año al frente. Nos quejamos constantemente de que los proyectos en México tienen corta duración y eso afecta el espectáculo, por lo que yo no me sumaré a la inquisición, particularmente en el caso de Solari, que en fase regular lo ha hecho muy bien. Eso no significa que ambos no rindan cuentas, ni que no sean sujetos a las exigencias de su cargo. El tiempo para dar resultados, acorde a sus presupuestos y a las instituciones que dirigen se agota; si los propietarios deciden seguir contando con ellos, van a necesitar más que una Concachampions (en el caso de Rayados), y buenas fases regulares (en el caso de América), si quieren recuperar la confianza de sus decepcionados aficionados.

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