Apuesta ganada

Una de las grandes historias del deporte mexicano ha sido el extraordinario nivel mostrado por Santiago Giménez. El joven delantero es la gran sensación de la Eredivisie, convertido en uno de los más efectivos del futbol neerlandés desde que llegó procedente del Cruz Azul al principio de la pasada campaña. El seleccionado nacional llegó por la puerta de atrás a los Países Bajos, tras firmar con el Feyenoord, nadie allá, y siendo realistas ni en México, nos imaginábamos la clase de impacto inmediato que tendría en el viejo continente.

Pero, como ya ha sucedido con varios jugadores mexicanos que han llegado a esa liga, Giménez se adaptó rápido, ganándose la confianza del cuerpo técnico encabezado por Arne Slot, hasta convertirse en un elemento fundamental de los éxitos obtenidos por el club; anotando 23 goles en 45 partidos disputados en todas las competencias. Mientras que en lo que va de la nueva temporada, ha tenido un arranque meteórico, marcando en 12 ocasiones. Su crecimiento ha sido extraordinario, y al verlo jugar se nota cómo ha ido mejorando en varios aspectos de su juego, ya no es únicamente el delantero potente y cabeceador que se fue de la Liga MX, ha agregado una mejor técnica individual, velocidad de conducción y una enorme confianza en lo que puede hacer en la cancha. Cosas que, de haberse quedado en México, seguramente no habrían incrementado de la manera exponencial que se han dado gracias al tiempo que lleva en los Países Bajos.

Todavía recuerdo cómo se insistía en que estaba cometiendo un error al irse al Feyenoord, pues por fin era titular en Cruz Azul, y que allá nada le garantizaba tiempo en la cancha, menospreciando como suele ocurrir a la liga neerlandesa, así como al equipo al que llegaba. De nueva cuenta, la burbuja de nuestro futbol hizo pensar que estaba dejando una mejor situación, cuando, en realidad, dejar la zona de confort de la Liga MX era lo mejor; al mismo tiempo que, pelear en un futbol más competitivo y ganarse la titularidad, le ayudaría a ser un futbolista de mayor calidad y con más hambre de triunfos.

Es momento de que el futbolista nacional entienda que, si quiere triunfar a nivel internacional, debe irse a Europa, y también en los medios deben dejar de venderles que estar aquí es mejor para su carrera que explorar otras opciones que, en un inicio, pueden no parecer tan atractivas, pero, que con el paso del tiempo, los puede llevar a crecer como profesionales, y eventualmente conseguir los grandes contratos que buscan.

Su ejemplo sirve para que muchas personas se den cuenta que lo que necesita el balompié mexicano, es contar con más jóvenes que piensen en grande y estén dispuestos a dar el salto. Santiago apostó a su talento, a que tenía lo necesario para triunfar afuera de México, por lo que hoy su carta vale mucho más, y él se ha convertido en un delantero cotizado en las ligas de mayor importancia.