Mr. Octubre

Reggie Jackson, protagonista de uno de los episodios más brillantes.Reggie Jackson mostró sus dotes que lo llevaron a brillar en el futbol americano. Escondió su manopla como si fuera el balón y desató una loca carrera sobre el diamante del viejo Yankee Stadium en ...

  • Reggie Jackson, protagonista de uno de los episodios más brillantes.

Reggie Jackson mostró sus dotes que lo llevaron a brillar en el futbol americano. Escondió su manopla como si fuera el balón y desató una loca carrera sobre el diamante del viejo Yankee Stadium en la que tumbaba a todo aficionado que intentaba frenarlo. Los Bombarderos del Bronx se coronaban en 1977 y de esta forma terminaba una sequía de 15 años sin un título para el equipo más ganador. 

La barrida que sufrieron los Yankees en el Clásico de Otoño 1976, ante La Máquina Roja de Cincinnati, fue humillante para  el dueño del equipo, George Steinbrenner.

Reggie Jackson era el agente libre más codiciado y Steinbrenner no dudó en firmarlo con un contrato por cinco años a cambio de tres millones de dólares, lo que era en ese momento el convenio más alto para un pelotero de los Yankees.

“No vine a Nueva York a ser una estrella, traigo a mi estrella conmigo”, expresó a su llegada.

En la temporada regular, Jackson fue segundo en cuadrangulares del equipo con 32 y primero en carreras producidas con 110 para colaborar en la obtención del banderín de la División Este. En la Serie de Campeonato, Yankees superó a Reales y avanzó a la Serie Mundial.

Jackson, quien fue parte de los famosos Bigotones de Oakland, como fueron conocidos los Atléticos tricampeones de 1972 a 1974, regresaba al escenario que tanto disfrutaba.

En el sexto juego del Clásico de 1977, frente a los Dodgers, dio una demostración que no se repetirá.Jackson se voló la barda en tres ocasiones, pero lo más impresionante fue que lo hizo ante tres pitchers diferentes y, todos, al primer lanzamiento.

El Zoológico del Bronx, como era conocido ese equipo de los Yankees, por los encontronazos internos que tuvieron a lo largo de la temporada, en la que incluso hubo una pelea entre Jackson y el manager Billy Martin, al fin se coronaba.

El capitán del equipo, Thurman Munson, quien no llevaba buena relación con el toletero, le daba un digno reconocimiento: “Entrevístenlo a él”, les dijo a los periodistas y lo marcó desde ese momento: “Es Mr. Octubre”.

Jackson fue clave también con sus batazos para ganar en 1978 sobre los mismos Dodgers en lo que fue su quinto y último título como jugador.

En 27 juegos de Serie Mundial acumuló 10 jonrones, empujó 24 carreras y bateó para .357.

“Lo malo de jugar en octubre, es que no me puedo ver jugar a mí mismo”, llegó a comentar

Reggie Jackson.

Ahora, a sus 77 años, cumple con una función clave como asesor de los Astros de Houston, curiosamente el equipo más dominante de los últimos años en octubre.

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