Medias Rojas bateó a Jackie Robinson

• Jackie estaba hecho para los Dodgers, los Dodgers para Jackie y el beisbol le tenía un lugar asignado.

Yogi Berra sostenía una charla peculiar al encontrarse siempre con Rachel, la viuda de Jackie Robinson: “¡Fue out!” exclamaba el excatcher de los Yankees. “¡Fue safe!” respondía la mujer antes de fundirse en un emotivo abrazo. El encuentro de opiniones provenía de una icónica y polémica jugada en la historia del beisbol, protagonizada por Robinson al robarse el home durante la Serie Mundial de 1955. Fue el mismo superatleta que brilló en el futbol americano y que derribó, hace 76 años, una de las barreras más indignas en el deporte.

Robinson se convirtió en el primer beisbolista de raza negra en jugar en Ligas Mayores. Una fabulosa historia que pudo ser diferente si no hubiera recibido la baja del ejército estadunidense. Si Medias Rojas de Boston no lo hubiera ignorado durante un forzado tryout o si el veloz pelotero se hubiera dejado seducir por la poderosa oferta económica que le hizo el magnate veracruzano Jorge Pasquel para que jugara en el beisbol mexicano, dos meses antes de su debut con los Dodgers.

Tampoco sería posible si la Segunda Guerra Mundial no suspende los Juegos Olímpicos de 1940, competencia a la que aspiraba llegar Jackie, tal como lo hizo su hermano Matthew Mac Robinson, quien se colgó la medalla de plata en los Juegos de Berlín 1936, en donde fue superado por Jesse Owens en la prueba de 200 metros.  

Jackie estaba hecho para los Dodgers, los Dodgers para Jackie y el beisbol le tenía un lugar asignado para acabar con la segregación racial que existía desde 1880.

“Robinson le mostró a la América negra lo que era posible. Le mostró a la América blanca lo que era inevitable”, escribió Jonathan Eig, autor de una de las biografías de Jackie Robinson.

Medias Rojas, el último equipo de Grandes Ligas en debutar a un jugador de raza negra 12 años después de la llegada de Jackie Robinson, bateó al  formidable pelotero durante una prueba realizada  el 16 de abril de 1945, en la que los mismos directivos siguieron desde la tribuna y de espaldas al campo.

Pero Jackie Robinson, un destacado atleta universitario de cuatro deportes, que no fumaba, ni bebía, reunía el perfil perfecto para Branch Rickey, quien concretó su firma para Dodgers. 

En su llegada a Grandes Ligas se cuidó el mínimo detalle.  A su gorra le cosieron por dentro una protección metálica para protegerlo en caso de que algún lanzador intentara golpearlo, en los tiempos que no se usaban cascos. Ahora, esa sucia y rota cachucha tiene un valor mayor que los 590 mil dólares que se pagaron en una subasta en 2017.