El mexicano olvidado
Hay un nombre que debería tener un lugar privilegiado entre los tricolores.En el listado oficial de mexicanos en Grandes Ligas se contabilizan a 146 beisbolistas en la historia. Sólo se toman en cuenta a elementos nacidos en México, por lo que no se consideran, ...
- Hay un nombre que debería tener un lugar privilegiado entre los tricolores.
En el listado oficial de mexicanos en Grandes Ligas se contabilizan a 146 beisbolistas en la historia. Sólo se toman en cuenta a elementos nacidos en México, por lo que no se consideran, injustamente, a jugadores como Adrián González, Sergio Romo y Jorge Cantú, así como a los seleccionados de origen mexicano, pero nacidos en Estados Unidos, que han representado a México en las diferentes ediciones del Clásico Mundial. Mención aparte merece el cubano naturalizado mexicano, Randy Arozarena, quien tampoco está en la famosa lista.
El embrollo en los últimos años para los medios deportivos es elegir a quién sí y a quién no se le considera como representante tricolor.
Pero hay un nombre que ha sido olvidado en la eterna polémica y que debería tener un lugar privilegiado entre los representantes tricolores.
Edward Miguel García, mejor conocido como Mike García. “El mexicano Mike García”, como aparecía en las crónicas de diarios estadunidenses que relataban sus participaciones en su brillante paso como lanzador de los Indios de Cleveland.
García, nacido en San Gabriel, California, era hijo de padres mexicanos. Fue clave en la carrera de Beto Ávila, único pelotero nacional en ser campeón de bateo en 1954. A García lo asignaron como compañero de cuarto del veracruzano para que lo apoyara como intérprete y en lo que necesitara en sus primeros años en Estados Unidos.
García tendría que ser reconocido como el primer lanzador mexicano en ganar 20 juegos en una temporada, lo hizo en dos ocasiones consecutivas.
Sería el primer mexicano en recibir votos para Novato del Año (1949), el primero en ser seleccionado al Juego de Estrellas, lo convocaron en tres ocasiones, y el primero con más de 100 triunfos.
Mike García fue parte de los Cuatro Grandes, como se le conocía al formidable elenco de lanzadores abridores de los Indios, junto a Bob Feller, Bob Lemon y Early Wynn. Es el único de esos lanzadores que no está en el Salón de la Fama de Cooperstown, aunque sí está en el recinto de inmortales del equipo de Cleveland. En México, su nombre no aparece en las estadísticas entre tricolores, ni tiene un reconocimiento especial.
Mike García murió el 13 de enero de 1986 a los 62 años. La diabetes le provocó una insuficiencia renal que le obligaba a recibir tres diálisis por semana. Su patrimonio, que forjó en los diamantes, le alcanzó para ser dueño de una tintorería, la cual perdió por los costosos tratamientos a los que era sometido por su enfermedad.
A 37 años de su muerte, el beisbol mexicano sigue en deuda ante su gran legado.
