Amor y paz entre aficionados de América y Chivas

CIUDAD DE MÉXICO.

Luego de los actos de violencia que se suscitaron la semana anterior en Monterrey, existía un temor por lo que podría suceder en el Clásico Nacional entre América y Chivas, que previo a su inicio se desarrolló sin incidentes.

Un fuerte dispositivo de seguridad fue el que implementó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para este duelo, con el único objetivo de inhibir cualquier desborde de pasión por parte de los seguidores del América o Guadalajara.

Los grupos de animación de ambas escuadras fueron bien custodiados hasta el Estadio Azteca, donde se les revisó de manera minuciosa para evitar que introdujeran algún objeto que pusiera en peligro la integridad de alguien.

Los cortes viales que se dieron en las principales avenidas de la Ciudad de México por la “Etapa CDMX de la Tour de France” complicaron la llegada de la afición, más allá que culminó cuatro horas antes del silbatazo inicial.

Conscientes de esta situación, muchos optaron por llegar con mucho tiempo de anticipación al “Coloso de Santa Úrsula”, algo que también les ayudó a alcanzar lugar en el estacionamiento.

A los que se les “durmió el gallo” sufrieron un poco más, ya que al no alcanzar lugar para dejar su coche tuvieron que buscar alternativas, como el garage de una casa o la calle.

Y el problema no fue ese, sino lo que tuvieron que desembolsar para aparcar su unidad, ya que el cobro iba de los 100 a los 250 pesos, en un lugar que se supone debe ser libre.

Y de los revendedores ni se diga. Luego que sacaron provecho del interés por ver este juego, ya que el boleto de general lo dejaban en 800 pesos, cuando su precio original no pasaba de los 300, costo que muchos pagaron con tal de estar presentes en una edición más del Clásico.

fdr

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