“IMSS-Bienestar será modelo de salud a nivel mundial”

MITO “El IMSSBienestar será modelo de salud a nivel mundial”, fueron las palabras del director del IMSS, Zoé Robledo, hace unos días, en presencia del señor Presidente. CONSECUENCIA Después de cinco años y medio en que se intentó “rescatar” la salud, y ...

MITO

“El IMSS-Bienestar será modelo de salud a nivel mundial”, fueron las palabras del director del IMSS, Zoé Robledo, hace unos días, en presencia del señor Presidente.

CONSECUENCIA

Después de cinco años y medio en que se intentó “rescatar” la salud, y después de los múltiples ofrecimientos que ha dado el señor Presidente y sus allegados, afirmando que tendremos el sistema de salud como el de Dinamarca, ésta nueva promesa, cuando se analiza cuidadosamente, no es sino un disfraz de lo que se desechó en febrero de 2019. Incluso en estos días en el Salón Tesorería el primer mandatario sigue diciendo que la salud de los mexicanos es espléndida.

REALIDAD

La realidad, como lo puede ver cualquier ciudadano y lo saben millones de hombres, mujeres y niños, es que la atención a la salud pasó por muchas etapas, poco a poco se fue construyendo el sistema, con la creación de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, seguida después del Instituto Mexicano del Seguro Social y más recientemente el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Y como todavía había un enorme grupo de población sin cobertura alguna en salud, se creó el Seguro Popular, que logró cubrir esa parte de la población que está sujeta a los mismos riesgos de salud, con la necesidad de hacer gastos catastróficos. La idea del doctor Julio Frenk, con el apoyo del presidente Vicente Fox, tuvo un éxito sin precedente y alivió, en parte, la presión de atención en los organismos ya conocidos.

Pero la primera decisión del presidente López Obrador fue cancelarlo, a pesar de que todos los exsecretarios de Salud (menos uno) explicaron ampliamente porqué era indispensable la cobertura para los ciudadanos que no la tienen, pero su reclamo y el documento que elaboraron fue ignorado y desechado.

El resto de la historia es conocido: se desarticuló el Sistema de Salud, se envió al secretario de Salud con su equipo a una casa en Acapulco, se hicieron compras fraudulentas en clínicas, hospitales, etcétera. La compra de medicamentos fue un fracaso, se le encomendó a UNOPS, organismo de las Naciones Unidas que fue inútil; luego se decidió hacer una superfarmacia, que murió sin entregar medicinas. Se pensó en fabricar una vacuna que aún no ha sido aprobada y tantas cosas más.

Termina el sexenio con más de 800 mil mexicanos muertos por covid y miles por cáncer, termina el sexenio con retrasos en consultas y cirugías hasta de dos años (tengo los datos) y se sigue anunciando “el mejor sistema de salud del mundo”.

Frente a esta realidad, el entusiasmo que originó la nominación del doctor David Kershenobich se enfrió un poco al saber que Zoé Robledo sigue ahí, con muchos otros personajes igualmente incapaces. Quienes amamos la salud y deseamos que todos los mexicanos atiendan sus enfermedades a tiempo y con éxito, esperamos que el enfoque de la salud en este sexenio que inicia sea científico, ético y humanitario, y que, como signo de renovación, se habilite nuevamente el edificio de la Secretaría de Salud en la calle de Lieja, de honorable historia y rico en arte.

Temas: