Logo de Excélsior                                                        

Amor propio I. Definiciones

Paola Domínguez Boullosa

Paola Domínguez Boullosa

La coach

 

No existe el amor, sino las pruebas de amor,
                y la prueba de amor a aquel que amamos   

es dejarlo vivir libremente.

                Anónimo

 

La definición del amor, según la Real Academia de la Lengua Española, significa y se define como: “Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de sus propias insuficiencias, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser; sentimiento hacia otra persona que, naturalmente, nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”. Amor es también “afecto, inclinación y entrega hacia algo o alguien; blandura, suavidad; persona amada; esmero con que se trabaja una obra deleitándose de ella”, y además todo lo relativo a la expresión física del amor […]

Y si aún estas definiciones no le convencen o desafían su propia definición, le comparto lo que menciona la misma fuente sobre el amor propio: “Amor que alguien se profesa a sí mismo, y especialmente a su prestigio” y también “afán de mejorar la propia actuación”.

Por su parte, la sicología considera el amor propio como el concepto del amor por uno mismo utilizado desde planteamientos más filosóficos y le da el nombre de autoestima, la cual hace referencia a la valoración o estima que una persona tiene de sí misma. En palabras del siquiatra Enrique Rojas, el amor propio o autoestima sería “el juicio positivo sobre uno mismo al haber conseguido un entramado personal coherente basado en los cuatro elementos básicos del ser humano: físicos, sicológicos, sociales y culturales”.

Esta definición es, sin duda, mucho más fácil de aceptar y adaptar a nuestro pensamiento, aunque siempre quedará ese concepto primario lingüístico y limitante donde el amor propio se comprenda desde dos líneas conceptuales centrales: una positiva y otra negativa. La positiva tendría que ver con esta última definición, la estima de uno mismo como algo natural e intrínseco al ser humano, lo cual se relaciona con su instinto de autorregulación y conservación; y el aspecto negativo, que tendría que ver con la soberbia, el egoísmo y la vanidad.

Siempre han existido personajes que tienen un aparente amor propio sublimado y agravado y que sí, efectivamente, son egocéntricos, soberbios y vanidosos, sin embargo, esta forma de amarse a uno mismo no puede considerarse un amor sano en ninguna de sus formas. Esencialmente porque les afecta directamente a ellos y a quienes les rodean.

Por el contrario, una autoestima o un amor propio sano está íntimamente relacionado con la coherencia sobre la percepción de uno mismo.

Por eso hoy le invito a releer el concepto de amor y de amor propio y a comprender, desde estos puntos de vista, si eso es para usted el amor o no lo es, y le invito también a reflexionar sobre su concepto de amor, porque es a partir de este concepto que usted comprenderá otros significados a favor o en contra de su propia vida.

Así, le recuerdo, una vez más, ese dicho anónimo: “No existe el amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es dejarlo vivir libremente”. Piénselo… cuánto se ha permitido usted a sí mismo esa libertad, esa autenticidad, esa independencia y, sobre todo, esa coherencia entre quién es usted, cómo se vive y cómo se siente consigo mismo. También piense sobre las pruebas de amor que da en su trato, su humanidad, sensibilidad, respeto, dignidad y cuidados… porque en la magnitud de su amor está la capacidad de amar a los demás. Recuerde que el que ama poco se ama menos y el que ama mucho se ama más… Como siempre, usted elige.

¡Felices amores, felices vidas!

 

Comparte en Redes Sociales