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Elecciones seguras

Opinión del experto nacional

Opinión del experto nacional

Por Jaime Rivera Velázquez

Un estudio reciente de IDEA (Institute for Democratic and Electoral Assistance) analiza 52 procesos electorales (nacionales o subnacionales) de 51 países del mundo en 2020, donde se pudieron celebrar comicios con regularidad a partir de la adopción de medidas sanitarias. Hay ejemplos notablemente exitosos, como Corea del Sur, donde lograron aumentar la afluencia de votantes para una elección intermedia. Otros, como Estados Unidos, celebraron una elección presidencial igualmente histórica en términos de participación. América Latina tuvo experiencias recientes exitosas en Perú y Ecuador. Alemania celebrará una elección nacional a finales de septiembre.

Entre las medidas de prevención está el uso obligatorio de mascarillas, la toma de temperatura en los centros de votación, la aplicación de gel sanitizante y desinfectantes, la ventilación de las casillas, la limpieza constante de materiales del voto y el uso de equipo de protección para los funcionarios de mesas receptoras de votación. Algunos países fijaron un máximo de personas dentro del lugar donde se instalaron las casillas, otros establecieron horarios para el voto de distintos segmentos del padrón y redujeron actividad comercial cerca de las casillas.

Casi todos los países reforzaron estas prevenciones, con excepción de algunas naciones africanas donde no pudo garantizarse la obligatoriedad de las medidas. Aquellos que disponían de la modalidad de voto postal en su legislación electoral aprovecharon para maximizar ese instrumento. No hay evidencia científica de que, una vez adoptadas las medidas sanitarias correspondientes, la jornada electoral produjera una intensificación de contagios.

La experiencia internacional debe servir a los mexicanos para fortalecer su confianza en que podrán ejercer su derecho al voto dentro de un marco de seguridad sanitaria. Por fortuna, el INE también tuvo experiencia exitosa en las elecciones de Hidalgo y Coahuila en 2020. El INE, junto con los institutos electorales estatales, adoptó medidas sanitarias, tanto para la preparación de las elecciones como para la misma jornada electoral y los cómputos posteriores. Por ejemplo, las capacitaciones virtuales para funcionarios de mesa directiva de casilla y un máximo de nueve personas en capacitaciones grupales. Para la credencialización, los Módulos de Atención Sanitaria funcionaron al 30% de su capacidad, preferentemente con cita. En la jornada electoral el cubrebocas será obligatorio, se usará gel antibacterial y toallas desinfectantes, y únicamente podrá haber dos votantes a la vez dentro de la casilla. Cada elector podrá llevar su propio bolígrafo; en caso de que no lo lleve, se le proporcionará uno, que se limpiará enseguida. Por su parte, los consejos locales y distritales del INE también han adoptado uso obligatorio de cubrebocas, dispensadores con gel, desinfección constante de micrófonos y contenedores de basura para material sanitario.

Un poco más problemáticas son las campañas. La pandemia representó una oportunidad de perfeccionamiento para las campañas digitales, desde eventos online como en Singapur, hasta el ejemplo más ilustrativo, la celebración de las convenciones partidistas (demócrata y republicana), en Estados Unidos, vía internet. Hay países que pueden establecer regulaciones más restrictivas que otros. Un ejemplo de regulación inteligente fue el Reino Unido, que redactó un reglamento para sus campañas. Establecieron la prohibición de eventos masivos y el registro obligatorio de activistas en campañas. Se trata de garantizar que se hagan la prueba de detección de covid-19 con cierta periodicidad, dependiendo su grado de exposición al público. Fueron obligados a portar mascarillas en todo momento y se limitó el número de activistas por calle. Quienes reparten propaganda tienen prohibido ingresar a domicilios y deben mantener dos metros de distancia del público.

El INE aprobó recomendaciones de campaña como priorizar las redes sociales y escoger espacios abiertos para los actos públicos con acceso controlado y duración restringida. Además, uso obligatorio de mascarillas, evitar el consumo de alimentos y el contacto corporal, sanitización de micrófonos, establecimiento de filtros sanitarios, presencia de personal médico capacitado, sana distancia y limitar uso de artículos de propaganda. Los debates deberán tener lugar en medios digitales o presenciales sin aforo.

Es preciso convocar a la responsabilidad de los partidos políticos con el objeto de aminorar los peligros de contagio. De igual manera, se invita a la ciudadanía y a los simpatizantes de algún partido o candidato a no concurrir a reuniones presenciales innecesariamente. Los partidos y sus candidatos deberían comprender que el respaldo decisivo a una u otra fuerza política habrá de evidenciarse en las urnas, no en reuniones multitudinarias y ceremonias proselitistas.

La pandemia demostró que las naciones democráticas no están dispuestas a renunciar a sus derechos políticos ni siquiera en medio de contingencias sanitarias. El avance científico favorece la libertad al permitir el ejercicio del voto dentro de un determinado marco de seguridad. En suma, las experiencias internacionales, los recursos científicos, medidas sencillas y eficaces de prevención, así como la voluntad democrática de millones de ciudadanos permitirán celebrar elecciones intermedias en un marco de libertad y seguridad sanitaria. 

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