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El Fantasma y los jueces del CJNG

Jorge Fernández Menéndez

Jorge Fernández Menéndez

Razones

Hace exactamente una semana le contábamos aquí cómo había sido detenido en Chihuahua uno de los principales operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación, responsable de buena parte de la ola de violencia que se vive en Zacatecas, un personaje apodado El Fantasma. Había todo tipo de pruebas contra El Fantasma, un hombre identificado por las autoridades como Rafael, pero seis días después de que fuera detenido, el pasado jueves 17, fue dejado en libertad por el mismo juez de control de Jerez, que unos días antes había admitido esas pruebas para que se efectuara la orden de cateo con la que fue detenido. No sólo se le dejó en libertad: se le liberó en la madrugada, y sin avisar a las fuerzas de seguridad. Se le dejó ir, simplemente. Como a muchos otros, comenzando por Caro Quintero en 2014.

La liberación del jefe de operaciones del CJNG en Zacatecas ocurrió en Jerez, la misma ciudad donde se está dando, literalmente, un éxodo de habitantes acorralados por la violencia y las extorsiones. En este espacio, le contamos que el CJNG, según fuentes federales, está pasando por un momento complejo, con fuertes divisiones internas y una disputa sucesoria. El núcleo duro de ese cártel siempre ha girado en torno a dos familias que en realidad son una: la de Nemesio Oseguera El Mencho y su esposa, Rosalinda González Valencia, y los hermanos de ésta, los llamado Cuinis.

Pero decíamos también que en la fortaleza de un cártel familiar también reside su debilidad. Los mayores contactos de El Mencho son con su esposa Rosalinda y su hija Leisha, independientemente de que son sus principales operadoras financieras. Sus otros hijos, Rubén, El Menchito y Johanna están presos en Estados Unidos. El Menchito recibió hasta cuatro amparos diferentes antes de que se le pudiera extraditar a Estados Unidos. Johanna nunca pudo ser procesada en México, fue detenida en Washington cuando se presentó en una audiencia en el juicio de su hermano.

Tanto Rosalinda como Laisha están procesadas, una de ellas, presa y la otra, en libertad bajo fianza y su futuro depende de la decisión del juez séptimo de Distrito de Amparo, Julio Verdín Sena Velázquez, el cual fijó la irrisoria cantidad de 5 mil pesos como fianza de Laisha, acusada por el secuestro de dos marinos, ordenado por ella y su pareja, Fernando Gutiérrez, uno de los principales operadores del CJNG, cuando se detuvo a Rosalinda en noviembre pasado. Rosalinda puede quedar en libertad, a pesar de estar detenida en el penal femenil de Morelos, donde la tratan como La Jefa y ya tiene control de ese reclusorio. Leisha y su esposo siguen en libertad.

La caída de El Fantasma, en ese contexto era doblemente importante porque a la pública división del CJNG en Colima, se sumaba la fuerte intervención militar en Michoacán, destinada a recuperar Aguililla y Tierra Caliente, donde la presencia del cártel es inocultable y de donde es originario El Mencho.

El Fantasma era un personaje de importancia clave para el CJNG, ya que ocupa un lugar central dentro de la estructura criminal. En Zacatecas, era el responsable de ampliar el dominio territorial del cártel y de exterminar a los integrantes de grupos criminales del Cártel de Sinaloa, de la fracción de El Mayo Zambada. La lucha entre esos grupos ha generado una enorme violencia en el estado y dejado desprotegidos a varios municipios. La zona de operación de El Fantasma son los municipios de Jerez, Tepetongo, Fresnillo y Monte Escobedo, en Zacatecas, y Huejúcar en Jalisco, que controla con sus sicarios.

           Operaba desde Chihuahua, cooptaba autoridades estatales y municipales en Zacatecas, incluyendo autoridades judiciales, para que le proporcionaban a su gente información y seguridad. Es también el responsable de los homicidios, robos y extorsiones de comerciantes y controla de una amplia red de informantes, los llamados “halcones”, que lo alertaban respecto a los operativos que llevan a cabo las autoridades federales en contra de suya y de su organización. Su gente fue la responsable del secuestro y asesinato de cinco jóvenes estudiantes que conmocionó a Zacatecas en días pasados y de distintos ataques contra autoridades de los tres órganos de gobierno. Pero también es importante porque mantiene fuertes vínculos con Audias Flores Silva, apodado El Jardinero, y Gonzalo Mendoza Gaytán, El Sapo, jefes regionales del CJNG en Nayarit y Jalisco y aspirantes a suceder a El Mencho, sobre todo El Sapo, uno de los más violentos jefes del CJNG.

Para el Estado mexicano, El Fantasma era un objetivo prioritario. Su detención afectaba seriamente la estructura y la capacidad de operación del CJNG, pero en un contexto como el que vive esa organización criminal, también agudizaba la desestabilización interna del cártel.

Pues lo que se hizo con inteligencia y operatividad, las detenciones de Rosalinda, la acusación contra Leisha, la de El Fantasma, se deshizo con decisiones judiciales incomprensibles. La esposa y la hija de El Mencho, de una u otra forma, siguen operando, una desde la cárcel, la otra desde la calle, con una fianza de apenas 5 mil pesos, y el jefe de sicarios de Zacatecas, se fue alegremente a su casa. La desarticulación del CJNG puede esperar. Mientras tanto, sigamos contando muertos.

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