Eliminar el pensamiento

Se ha creado la materia “humanidades”, a impartirse en tres semestres, “que presuntamente subsume los contenidos de la lógica, la ética y la filosofía de forma transversal”.

En esta etapa de la vida pública marcada por la polarización conviene atender la sugerencia de Italo Calvino y consultar a los clásicos. Van dos frases de Miguel de Unamuno: “Hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento”, y “cuanto menos se lee más daño hace lo que se lee”. Ahora, una de Aristóteles: “Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”.

¿Qué tal la siguiente de Descartes? “Para saber lo que la gente realmente piensa, presta atención a lo que hacen en lugar de a lo que dicen”. Y algo de Kant: “La anarquía es ley e independencia sin fuerza. El despotismo es ley e impulso sin libertad. La fuerza es la crueldad sin libertad y ley. El republicanismo es impulso con independencia y ley”.

Si usted llegó a este punto, advirtió que las citas citables de las líneas de arriba provienen de filósofos, esos seres que trastornan nuestro andar por el mundo. La filosofía no es un asunto menor. Sin embargo, nunca faltan quienes la minimizan desde una ignorancia supina que jamás rinde cuentas. En ese tenor, hay una suerte de combate contra la impartición de lógica o ética en la educación de nivel medio superior. Desde los días y los años de Felipe Calderón, por ejemplo, materias como aquéllas se les consideraría de enseñanza “pertinente” de acuerdo con las voluntades en turno. Ahora, a ese espíritu eliminador se le suma ni más ni menos que la 4T con el llamado Marco Curricular Común de la Educación Media Superior, según denuncia el recién creado Comité Nacional en Defensa de la Filosofía (Conadefi), integrado por la Asociación Filosófica de México, A.C., el Observatorio Filosófico de México, el Movimiento en Defensa de la Filosofía, el Observatorio Filosófico del Norte, el Observatorio Filosófico de Morelos y Des-Glosa Buró Cultural A.C.

Mediante una carta abierta al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la secretaria de Educación, Leticia Ramírez, el citado comité señala que se ha creado la materia “humanidades”, a impartirse en tres semestres, “que presuntamente subsume los contenidos de la lógica, la ética y la filosofía de forma transversal”.

Estamos ante un panorama contradictorio. Por un lado, hay un activismo permanente con campañas a favor de la lectura y libros a precios muy accesibles coordinadas desde el Ajusco, en las oficinas centrales del Fondo de Cultura Económica, en las que decididamente participa una primera dama lectora. Por el otro, las autoridades de educación minimizan y encasillan el asunto en el rubro de “humanidades”.

Visto en perspectiva, sin filosofía no habrá bienestar, bandera omnipresente de la actual administración.

“La actividad de análisis y de valoración de las realidades es lo que se pierde al bloquear la formación de personas dotadas de conocimientos y habilidades que sólo la filosofía, a través de sus disciplinas bien diferenciadas, puede ofrecer”, señala en la misiva el Conadefi.

De un tiempo a la fecha corren tiempos extraños. Resalta en este asunto el gran silencio entre los supuestamente involucrados. Llama la atención, asimismo, que integrante alguno de la comisión de Educación haya hecho pública su postura, al menos hasta el momento de esta entrega semanal de quien esto escribe.

Supongo que hay que agradecer que politiquillos como Lilly Téllez o Fernández Noroña hayan pasado de noche por sus clases de lógica en la preparatoria. Pero resulta un fiasco que un gobierno que se dice de izquierda y enemigo del neoliberalismo intente este tipo de embate contra la enseñanza de la historia del pensamiento.

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