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Desengaño

Federico Reyes Heroles

Federico Reyes Heroles

Sextante

Hasta cuándo puede un ser humano engañar a sus compatriotas. La historia muestra que el engaño puede ser prolongado, sobre todo en sociedades aisladas y desinformadas. No es el caso de México. La gran farsa se desmorona.

Su propia guerra simbólica los ahoga. El huiachicoleo repunta; el gas y la gasolina suben. La economía se recupera para, en el mejor de los casos, dejarnos en la misma estación del 2018. Con un gran agravante, los niveles de pobreza tardarán décadas en reducirse. Nueve de cada 10 empleos van a la informalidad. Más hogares dependen de los subsidios directos. Pero esos programas —tergiversados con fines clientelares— ya no llegan a los hambrientos de México. Hoy somos más pobres debido a las necedades y negaciones de la realidad, a los engaños. Mienten con cinismo. ¿Nueva moral? Dónde.

Procrastinar en todo. Pensiones, Carlos Urzúa le ha puesto números al asunto. Es una bomba próxima a estallar. Las familias siguen retirando ahorros para su consumo. Palabrería desbocada frente a realidad de bolsillo. ¿Se les puede seguir engañando? Alrededor de 50% de las remesas que tanto cacarean se van en supervivencia, alimentación. Después de las agresiones, las clases medias muestran el rostro: somos orgullosos clasemedieros. La violencia crece y se extiende. Los feminicidios avergüenzan. La corrupción ancestral ahora salpica a los cortesanos en turno. Hay algo peor: perversión. El fiscal general hoy se ahoga en sus muchos laberintos personales y la persecución a científicos. El rector Graue habló fuerte. Los “ciudadanos alertadores”, los nuevos “soplones,” son la reanimación de las costumbres de la Gestapo y la KGB, confrontarán a compañeros, amigos, familias. ¿Demócratas?, no lo son. Inmorales, sí. Pero toda acción social deja huella. La reunión de Celac fue altamente útil: fuera máscaras ¡Vivan las dictaduras! Brozo clama desde su calculada vehemencia: llamemos a las cosas por su nombre. Paquete bomba, granadas y cuerpos colgados son terrorismo; la falta de medicinas es desabasto; línea doce, ineficiencia criminal; los abrazos, no… son una derrota; la austeridad es despilfarro por caprichos; los otros datos son puras mentiras. Hasta cuándo durará el engaño. Van 92 mil desaparecidos.

El desengaño ya comenzó, la lista de fracasos apabulla y lo saben. Ni reelección ni control sobre la SCJN; desaparición del INE y TEPJF, inviables; fin de la mayoría calificada; dependencia de las alianzas; oposición crecida en número y actitud; consulta sobre expresidentes, un verdadero ridículo; consulta sobre revocación del mandato, cuádruple fracaso: no se montó en la fecha de la elección, no hubo periodo extraordinario, la pregunta no permite insinuar prolongación y los partidos quedaron fuera. “Cunde el rechazo” dice con razón Zaid. La lista de fracasos es muy larga. Alrededor de 20 iniciativas morenistas detenidas en la Corte. La odiada sociedad civil cada vez activa, las denuncias ciudadanas, viento en popa; la movilidad presidencial acosada por el enojo, el Banco de México mostrando independencia con los derechos especiales de giro y la administración de divisas; la comunidad científica unida frente al atropello; la comunidad internacional burlándose del presidente; la prensa internacional cada vez más atenta a las barbaridades, niños amparados obtienen vacuna. Salud, área devastada: diabetes 50% de aumento; quizá cinco millones de menores sin cuadro básico de vacunación; hipertensión brinca 45%; las mastografías caen 55%; detección de cáncer cérvico uterino cae 40 puntos; mortalidad en neumonía e influenza, se duplica; exceso de muertes, por definirse. La oficial no cuadra y por mucho. Detrás de cada cifra hay una tragedia. Ante el naufragio comienzan los distanciamientos, actos de supervivencia, “traiciones”, de ahí los “ciudadanos alertas”.

¿Hasta cuándo? El punto de inflexión ya está atrás.

Merkel cosecha 16 años de seriedad. Aquí la previsible debacle ya comenzó.

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