Los Cascos Azules en el Líbano sostienen una línea (Azul) para la paz
Cuando viajé al sur del Líbano en junio, recordé la complejidad y la importancia del trabajo de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL).
Por Jean-Pierre Lacroix*
Tras más de un año de devastador conflicto entre Hezbolá y otras milicias en el Líbano y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), un acuerdo de cesación de hostilidades (“alto al fuego”) entró en vigor a finales de noviembre de 2024, brindando alivio a las comunidades del Líbano y del norte de Israel. Sin embargo, el nivel de destrucción y el temor persistente a una nueva violencia han impedido que muchas personas regresen aún a sus hogares. Además, aunque las autoridades libanesas han hecho avances en los últimos meses para desplegar al ejército libanés en el sur del país y abordar la cuestión de las armas de Hezbolá, lograr un monopolio estatal sobre el uso de la fuerza en todo el territorio no será fácil. La presencia continuada de fuerzas israelíes en suelo libanés también debe ser resuelta. Afrontar estas cuestiones es fundamental para el Líbano e Israel, las partes de la resolución 1701 (2006) del Consejo de Seguridad, si desean alcanzar un alto al fuego permanente y una seguridad y estabilidad duraderas para sus comunidades.
En este contexto, la misión de mantenimiento de la paz, FPNUL, ha ajustado su manera de operar y redoblado sus esfuerzos para evitar una reanudación de las hostilidades y mantener la estabilidad a lo largo de la Línea Azul —la línea de retirada identificada por las Naciones Unidas en el 2000 para confirmar la retirada israelí del Líbano.
La FPNUL opera bajo la resolución 1701 (2006) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que puso fin al conflicto de 2006 entre Israel y Hezbolá. La resolución pide la cesación total de las hostilidades, la retirada de las fuerzas israelíes del Líbano, la extensión de la autoridad estatal en todo el territorio libanés, incluido el sur, y el desarme de todos los grupos armados en el país, con el ejército libanés como la única fuerza armada legítima. En esencia, la resolución busca reforzar la soberanía del Líbano en todo su territorio e insta a todas las partes a respetar la Línea Azul y trabajar hacia un alto al fuego permanente.
Desde noviembre de 2024, la FPNUL ha apoyado el despliegue de más de 8 mil efectivos del ejército libanés en más de 120 posiciones en el sur del Líbano —su presencia más amplia en la zona desde 2006 y un paso crucial hacia la extensión de la autoridad del Estado libanés en todo su territorio.
La FPNUL también ha trabajado estrechamente con el ejército libanés para localizar y eliminar cientos de escondites de armas y municiones abandonadas por Hezbolá tras el conflicto de 2023-24 con Israel. La fuerza de paz de la ONU y el ejército libanés también han descubierto redes de túneles y búnkeres pertenecientes a Hezbolá. En un recordatorio trágico de los peligros de este trabajo, seis soldados libaneses murieron en una operación reciente.
La FPNUL continúa desempeñando una función crítica de enlace y coordinación entre las partes para evitar malentendidos y conflictos en los movimientos de convoyes logísticos y patrullas, así como de actores humanitarios y del ejército libanés. Este canal de comunicación ayuda a evitar enfrentamientos entre las fuerzas libanesas e israelíes y a reducir tensiones.
La labor de la FPNUL no ha estado exenta de desafíos ni críticas. Ha enfrentado un entorno de operaciones difícil y, a menudo, adverso, particularmente desde octubre de 2023. Según el mandato emitido por el Consejo de Seguridad, la misión no tiene autoridad para imponer la paz: la responsabilidad de implementar la resolución y lograr una seguridad y estabilidad duraderas recae enteramente en las partes. La misión de paz sólo puede tener éxito si el Líbano e Israel cumplen de buena fe sus compromisos y toman las medidas necesarias para abordar las causas subyacentes de la tensión. La FPNUL puede asistir, facilitar y apoyar, pero en última instancia son las partes quienes deben convertir las disposiciones de la resolución en realidades duraderas sobre el terreno.
A pesar de los desafíos, la FPNUL seguirá adaptando su postura, perfil y presencia para responder a las necesidades sobre el terreno. Los cascos azules se concentran en mejorar sus capacidades de patrullaje, la conciencia situacional y la interacción con las comunidades. La misión ha ampliado su apoyo al ejército libanés mediante capacitación, provisión de equipo no letal y operaciones conjuntas, como parte del objetivo más amplio de fortalecer la capacidad nacional para que el Líbano pueda asumir sus responsabilidades en la estabilidad del sur. Aunque el ejército libanés ha reforzado significativamente su presencia en el sur del país, necesitan más recursos con el apoyo continuado de la comunidad internacional, para proporcionar seguridad de manera efectiva a lo largo de la Línea Azul. Nuestro objetivo compartido es llegar a un punto en el que este progreso se consolide, de modo que un regreso al conflicto pueda prácticamente descartarse.
El acuerdo de cesación de hostilidades de noviembre, junto con los recientes acontecimientos políticos en el Líbano, ofrecen una oportunidad largamente esperada para abordar las preocupaciones de seguridad tanto de Israel como del Líbano. Es vital mantener este impulso y aprovechar la presencia de la FPNUL para ayudar a ambos países a lograr una paz duradera. En esta coyuntura delicada, la presencia continuada de una fuerza de las Naciones Unidas imparcial y estabilizadora es fundamental no sólo para los pueblos del Líbano e Israel, sino también para la región en general, mientras trabajamos por la seguridad y la estabilidad a lo largo de la Línea Azul.
*Secretario general adjunto del Departamento
de Operaciones de Paz de las Naciones Unidas
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