Logo de Excélsior                                                        

La tercera ola

Carolina Gómez Vinales

Carolina Gómez Vinales

Estamos ante una inminente tercera ola de contagios. En los últimos días se han registrado en promedio 3 mil 500 casos de personas contagiadas por el virus de covid-19 y eso refleja que seguimos ante una pandemia sin control. Lo advertimos con la llegada de la Semana Santa, el inicio de las campañas políticas y lo lento de la vacunación. Hace unos días la autoridad sanitaria federal anunció que se había registrado un repunte en, al menos, 10 entidades federativas del país: BCS, CDMX, Chihuahua, Colima, Estado de México, Durango, Morelos, Nayarit, Quintana Roo y Tlaxcala.

No ha habido realmente una tregua de la enfermedad y muerte. Seguimos con una escasa disciplina social para disminuir los contagios. El distanciamiento social, que significa estar físicamente separado, tampoco se ha cumplido. La OMS recomienda mantener una distancia de, al menos, un metro y medio con los demás. Es una medida general que todas las personas deben adoptar, incluso si se encuentran bien y no han tenido una exposición a covid-19. Cuando alguien con una enfermedad respiratoria, como la infección por el SARS-CoV-2, tose o estornuda, proyecta pequeñas gotitas que contienen el virus. Si se está demasiado cerca, se puede inhalar el virus. De ahí la insistencia de que todos entendamos que esta medida nos protege.

No obstante, desde hace 20 días que comenzaron las campañas electorales, todos los candidatos han incumplido con el protocolo sanitario que recomendó el INE para la realización de actos masivos, y por lo tanto han sido poco empáticos con las personas que se han enfermado de covid-19, o que han perdido a uno o más miembros de su familia. En prácticamente todos los actos de campaña hay incumplimiento a las medidas preventivas. Hay candidatas y candidatos que congregan a cientos de personas en lugares cerrados y sin ventilación; abrazan a los ciudadanos y, desde luego, no guardan la sana distancia.

Para rematar con el escenario, hace un par de días la Comisión Ambiental de la Megalópolis aplicó medidas inmediatas por haberse registrado un valor muy alto de ozono, como consecuencia de la intensa radiación solar y poca nubosidad, que propicia la acumulación de este contaminante. El covid-19 es un virus respiratorio que puede ocasionar complicaciones cardiacas. La continua exposición a niveles altos de contaminación atmosférica contribuye directamente al desarrollo de enfermedades respiratorias más agresivas.

La calidad del aire varía de acuerdo a cada región. La megalópolis se encuentra asentada cerca de las fuentes primarias de contaminación, como son la refinería de Pemex en Tula, Hidalgo, así como la termoeléctrica de CFE en esa misma zona. Se estima que la contaminación del aire causa hasta 9 millones de muertes prematuras al año. Y en México, hoy más que nunca, debemos apostar por energías limpias y renovables.

Ahora bien, el 6 de abril se emitió la Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2 para la prevención de covid-19 en México. En ella se comunica información importante: tenemos en el país 5 vacunas disponibles de acuerdo con la autorización de uso de emergencia, 4 de ellas requieren dos dosis y la de CanSino sólo una. Al día de hoy se han vacunado casi 15 millones de adultos y aún faltan 75 millones más. Se recorrió el calendario, originalmente programado en el mes de diciembre, y se aplazó la vacunación para el grupo de edad de 50 a 59 años. Y hace una acotación respecto al nivel de exposición del personal de salud y la resistencia a vacunar al personal que trabaja en el sector privado. La autoridad sanitaria federal mexicana ha insistido que los criterios para la vacunación son los siguientes: edad de las personas, comorbilidades, grupos de atención prioritaria y comportamiento de la pandemia. No obstante, la autoridad sanitaria federal ya “metió a la fila” a los maestros.

Esta estrategia de vacunación ha sido improvisada, se han tomado decisiones tardías y fallidas. Y se ha intentado lucrar políticamente con ella. Enfrentamos un panorama complicado, si analizamos la situación de Brasil, Chile, Argentina, entre otros. El modelo de comunicación del gobierno federal está agotado y no ha provocado que se mitiguen los contagios ni las defunciones. Por eso se debe vacunar al personal médico. Existe un riesgo latente de enfermar o morir en México. Pensemos en salud, porque hay otros padecimientos que se han desplazado y ya no pueden esperar.

Comparte en Redes Sociales