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Fiesta en el Auditorio

Víctor M Tolosa

Víctor M Tolosa

La columna

Ya iniciaron los festejos del 60 aniversario del nacimiento del Auditorio Nacional.

Quizás usted haya pasado, en alguna o en varias ocasiones, por estas instalaciones que se encuentran en Reforma, junto al Campo Marte. Es imponente, espectacular e inigualable, un edificio muy nuestro, una construcción que es un referente no sólo de nosotros los mexicanos, sino también en el mundo entero. Lo conocen por ser uno de los recintos que más artistas ha recibido.

Deje que le cuente un poco de cómo nació este coloso. Resulta que este edificio se construyó pensando más en la equitación, ya que en 1948 el equipo ecuestre nacional hizo un excelente papel en las olimpiadas de Londres y, para recompensar esa hazaña, el entonces presidente Miguel Alemán donó los terrenos aledaños al Campo Marte para construir un espacio techado para actividades ecuestres. Así se inició la construcción del entonces llamado Auditorio Municipal, el cual se realizó bajo una estructura de hierro remachado, siguiendo la misma técnica de la Torre Eiffel, era lo más moderno de aquella época.

En 1952 concluyó el sexenio de Alemán y el auditorio aún no estaba terminado, aunque ya se encontraba la estructura principal con graderías de concreto que todavía siguen vivas y que se encuentran en el segundo y tercer pisos. El presidente Adolfo Ruiz Cortines fue el encargado de concluir la construcción del imponente edificio, con un cambio de uso para espectáculos y eventos políticos y sociales.

El Auditorio recibió sus primeros eventos en 1954, al ser sede de partidos de basquetbol y voleibol de los Juegos Centroamericanos. Un año después sería sede de los Juegos Panamericanos. También recibió el primer espectáculo de Holiday on Ice. Así continuó con eventos sociales, deportivos, exposiciones, festivales artísticos y presentaciones de grandes artistas.

En 1960 se presentó uno de los grandes compositores y directores de orquesta, Igor Stravinski, quien dirigió a la Orquesta Sinfónica Nacional. Pero la presentación más esperada fue la de Louis Armstrong. Luego vendrían Paul Anka. Todo esto se alternaba también con presentaciones teatrales y óperas de gran nivel. Este coloso se ha utilizado para todo tipo de eventos. En 1970 sirvió para la toma de posesión de Luis Echeverría Álvarez.

El Auditorio Nacional ha servido y sigue dando cobijo a todos los géneros de expresión de cualquier índole. Y más, después de haber sido renovado de la A a la Z por los arquitectos Abraham Zabludovsky y Teodoro González de León. Durante 18 meses de obra, el edificio fue ampliado en su capacidad, se mejoró la acústica, se implementó un mejor y más sofisticado equipo de audio, así como luces y servicios, de tal manera que quedó de una excelencia internacional.

El remodelado Auditorio fue reinaugurado en septiembre de 1991 con un espectáculo de la Compañía Nacional de Danza y del coro y la Orquesta de Bellas Artes. Pero los primeros cantantes en pisar el renovado recinto fue el grupo Mecano y de ahí se soltaría la visita de otros grandes, tanto nacionales como internacionales: Rocío Dúrcal, Alberto Cortés, Raphael, Miguel Bosé, así como bandas de rock. Ha recibido hasta al circo Imperial Chino, el Ballet Kírov, Madame Butterfly y un sinfín de eventos que no terminaría en esta columna.

Algo que sí le puedo decir es que este recinto ha sido testigo de gran parte de la historia de nuestro país. Ha sabido darnos alegría, emociones, risas y también nos han enseñado algo muy importante: aunque el tiempo pase, uno siempre se debe mantener estable, firme. ¡Felicidades a todos lo que, de una u otra manera, trabajan en este Coloso de Reforma!

Oiga, antes de concluir, lo quiero invitar a un evento sensacional, este sábado a las 10 am en el Parque Cañitas, para ayudar a niñas que han sido abusadas.

Nos leemos el próximo viernes. ¡Que tengan un feliz miércoles!

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