Plan DN-III-E se aplica hasta 7 veces al día

El personal del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos están capacitados para atender desastres naturales y eventualidades que pongan en riesgo a la comunidad; de 2018 a la fecha se ha aplicado en 7 mil 850 ocasiones

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Incendios, inundaciones o accidentes de trenes son algunos de los percances en los que el Ejército auxilia a la población. /

El plan para el apoyo a la población civil en caso de desastres, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), conocido con la clave Plan DN-III-E, se llega a aplicar hasta en un promedio de siete veces al día, para atender diversas eventualidades que ponen en riesgo a comunidades, no sólo en eventos de gran magnitud como sismos o huracanes.

El decreto de su creación se publicó hace casi 57 años, el 17 de junio de 1966, por el entonces secretario de la Defensa, general Marcelino García Barragán, y se aplicó por primera ocasión para auxiliar a la población afectada por el desbordamiento de los ríos Pánuco y Tamesí, entre Tamaulipas y Veracruz, por las lluvias provocadas por el huracán Inés.

“Se suceden muchos eventos, por ejemplo, algún incendio, alguna inundación, explosiones, choques importantes, eventos con algún ferrocarril, siempre tenemos un promedio de siete eventos diarios”, explicó el teniente coronel, piloto aviador, Eloy Arón Delgado Chávez, de la Subsección de Protección Civil de Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional.

Explicó que todo el personal operativo del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos está capacitado para atender una contingencia, pero con la experiencia acumulada en 57 años se creó la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre, un grupo de 750 elemento que permanecen de guardia las 24 horas del día, para la atención de alguna eventualidad.

“Tenemos algunos grupos de ingenieros, de médicos, del Servicio de Sanidad, tenemos un equipo de respuesta inmediata a emergencias o desastres que cuenta con el adiestramiento y el material para trabajar en áreas colapsadas, así, si una persona se encuentra dentro un área confinada podemos usar ese equipo para auxiliarlo en su recuperación”, indicó el teniente coronel Delgado.

A todo el mundo

El mando castrense explicó que, durante la presente administración, de 1 de diciembre de 2018 a la fecha, el Plan DN-III-E se ha aplicado en el país en 7 mil 850 ocasiones y se ha brindado 48 actividades de ayuda humanitaria en 23 países, siendo Turquía el caso más reciente, luego los terremotos ocurridos en febrero.

“En Turquía tuvimos el evento (terremoto) que sucedió en el mes de febrero, por lo cual una delegación mexicana integrada por personal del Ejército, Fuerza Aérea Mexicana y otras dependencias, participó del 7 al 16 de febrero.

“De las actividades más destacadas, tuvimos 4 personas rescatadas, 37 cuerpos recuperados, se prestaron algunas consultas médicas, 116; se removieron grandes cantidades de escombros, 65 metros cúbicos y se trasladaron 8.5 toneladas de víveres”, detalló el piloto Delgado Chávez.

Fuerza de Apoyo

En el interior del Campo Militar número 1, General Álvaro Obregón, permanece de guardia la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre, con binomios caninos, personal médico, cocinas comunitarias, estructuras colapsadas, para la atención de desastres por productos químicos o biológicos, entre otras especialidades.

“Va a estar organizada de acuerdo y va responder a las necesidades que se presenten en el momento, de acuerdo a la magnitud del desastre que estemos enfrentando.

“Inicialmente está organizada por aproximadamente 750 elementos, lo cual, al ser una unidad circunstancial, puede incrementarse para hacer frente a cualquier desastre”, explicó el comandante de esta fuerza, el general brigadier Juan Bravo Velázquez.

El Plan DN III está integrado por tres fases, la primera es preventiva, de organización y adiestramiento del personal.

 La fase 2 es de auxilio a la población civil afectada por un desastre.

Mientras que la tercera fase es de recuperación de la normalidad en la comunidad afectada.

Por ejemplo, durante el incremento de actividad del volcán Popocatépetl, el personal militar fue desplazado a las comunidades cercanas al cráter y, por suerte para todos, no se pasó de la primera fase de este plan.

“En este caso del volcán Popocatépetl, solamente aplicamos la fase preventiva, en qué consistió la fase preventiva: en la organización, en las reuniones de coordinación con todas las dependencias que participan.

“Consistió también en concientizar a la población, qué es lo que debería de hacer en caso de una posible erupción del volcán y también consistió en la limpieza de las vías de comunicación en coordinación con las demás entidades que tienen alguna responsabilidad, revisión de vías de comunicación y de los posibles albergues que fuera necesario emplear”, explicó el general brigadier Bravo Velázquez.