Orly y Balam dormían con sus manejadores y con calefactor ante frío extremo en Turquía

Orly y Balam fueron parte de la delegación mexicana que viajó a Turquía para apoyar en las labores de rescate tras el terremoto de 7.8 que sacudió ese país la madrugada del 6 de febrero y dejó más de 40 mil muertos. En ese país se enfrentaron a duras condiciones climáticas con un frío extremo por la noche, por lo que sus cuidadores buscaron protegerlos.

Los hijos de Athos, otro perrito rescatista de la Cruz Roja que murió envenenado en Querétaro, se adaptaron bien al clima, de acuerdo con Marco Hernández, manejador de Orly, y por las noches dormían con ellos en su tienda de campaña y con calefactor para hacer frente a las bajas temperaturas.

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“A parte de la tragedia tenemos que enfrentarnos a la parte cultural, climática que es muy extrema en el lugar, todo eso dificulta las labores de rescate, incluso los perritos lo sentían, pero afortunadamente se adaptaron rápido y trabajaron bastante bien”, dijo el integrante de la Cruz Roja en entrevista con Pamela Cerderia y Poncho Vera en De Pisa y Corre.

Aseguró que en Turquía la temperatura llegaba por las noches a los 15 grados bajo cero, por lo que con ayuda del calefactor pudieron soportar estas temperaturas.

¿Cómo localizan Orly y Balam a personas atrapadas bajo escombros?

Orly y Balam fueron entrenados para la búsqueda y localización de personas atrapadas en estructuras colapsadas, por lo que han participado en diversas misiones de rescate, la última de ellas en Turquía en donde ayudaron a los rescatistas mexicanos a la ubicación de víctimas bajo los escombros aún con vida y también al rescate de cadáveres, ¿pero cómo es que pueden saber dónde están?

Edgar Martínez, el manejador de Balam, explicó que los perritos rescatistas detectan los olores a través del intercambio de gases que hay en la respiración, por lo que pueden identificarlo justo por el olfato.

“Ellos detectan la respiración, el intercambio de gases que hay en la respiración, en los pulmones, el perro empieza a discernir entre ese aroma y cuando se va despidiendo hacia cierto conducto el perro puede identificar esos gases que salen al respirar”, señaló.

Agregó que una vez que el perro detecta ello empieza a ladrar donde localiza dicho olor hasta que el manejador o alguno de los operadores llega hasta esa zona para verificar hacia dónde está ladrando. Durante el trayecto del perro rescatista hacia el punto de colapso se desplaza sin chaleco, collar ni otra protección, aclaró.

La misión de rescatistas mexicanos regresó al país sin un miembro, Proteo, el perrito rescatista del Ejército que falleció en Turquía debido a las condiciones del clima y a su edad, de acuerdo con su manejador.

Athos era una estrella buscando personas

Marco Hernández, el manejador de Orly, destacó que Athos, el padre de los dos perritos rescatistas que fueron a Turquía, era una “estrella buscando personas” y aseguró que nunca falló, por lo que ahora son sus hijos los que continúan con su legado.

“Athos era una estrella buscando personas, nunca falló y siempre estuvo bien atento, obviamente nos duele y sí nos da coraje también, pero esta es una demostración de que la humanidad puede avanzar sin esos rencores y aquí están sus hijos haciendo un buen trabajo”, dijo tras recordar que el perrito rescatista de la Cruz Roja Mexicana murió envenenado.

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