Ejercer poder a plenitud: Marcela Guerra, presidenta de la Cámara de Diputados
Considera que debe seguirse pugnando para que demandas tan justas como la participación igualitaria en materia política, económica, social y cultural sean realidad en todo el país

Hace 70 años las mujeres no podían votar, hoy a través de su lucha, hay mujeres que presiden el Congreso de la Unión, la Suprema Corte de Justicia, el INE y existen las condiciones para que México tenga por primera vez en su historia una mujer presidenta.
En entrevista con Excélsior, la presidenta de la Cámara de Diputados, la diputada federal del PRI Marcela Guerra reflexionó sobre el papel actual de las mujeres en puestos de liderazgo y decisión del país, en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres.
“Estamos atravesando por un gran momento si consideramos que hace poco más de 70 años ni siquiera podíamos votar ni ser votadas. Estamos viviendo resultados de la lucha constante de muchas mujeres a lo largo de nuestra historia. Prueba de ello es que todo parece indicar que estamos frente a la puerta para que una mujer acceda a la presidencia de la República”, señaló.
La priista Marcela Guerra Castillo, política experimentada de Nuevo León, consideró que dichos avances deben mantener conscientes a las mujeres de las posibilidades de retrocesos, por ello, se debe seguir pugnando para que demandas tan justas como la participación igualitaria en materia política, económica, social y cultural sean realidad en todo el país y en todos los niveles.
La presidenta de la Mesa Directiva, quien dirige los trabajos parlamentarios en la 65 Legislatura, considerada la Legislatura de la Paridad de Género, señaló que la ley determina los derechos políticos iguales para hombres y mujeres, pero el empoderamiento de la mujer no sólo se trata de cargos sino también de acciones.
“Aquí, en la Cámara de Diputados, la paridad es ya una realidad. En ese sentido, los espacios se están modificando, pero falta mucho por hacer, porque todavía existen barreras que deben derribarse; es decir, ya se logró el acceso a muchos espacios, ahora, falta el ejercicio pleno de las mujeres”, reflexionó.
La parlamentaria ha estado en la profesión política desde estudiante en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Guerra Castillo se desarrolló hasta ocupar relevantes cargos en el tricolor como son: secretaria general de la Comisión de Asuntos de las Mujeres en la Fundación Colosio; secretaría de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) de Nuevo León; diputada local, senadora, diputada federal, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y recientemente recibió la presea Benito Juárez al Mérito Republicano del PRI por su amplia trayectoria política.
En la arena política, mayoritariamente de hombres en los puestos clave, Marcela Guerra aseguró que los desafíos que hoy enfrenta son la imparcialidad al dirigir la Cámara baja, apegarse al reglamento y respetar las leyes, con lo cual es la mejor manera de afrontar los retos que significa imponer el orden y garantizar la armonía y desarrollo de las sesiones con cada una de las fuerzas políticas que representan los diputados.
–México, su sociedad, sus políticos, sus instituciones, sus gobernantes ¿cómo responden al avance de las mujeres? ¿Están a la altura? ¿En dónde están los déficits?
–La presencia de la mujer en espacios de representación política y en los gobiernos es innegable y halagüeña. Sin embargo, la cara inaceptable se encuentra en la violencia, en la intimidación a la que están sujetas muchas de nosotras y en los riesgos que corremos cuando salimos de nuestras casas y podemos ser agredidas en todo momento. La violencia que responde a una cultura misógina aún persiste en algunas comunidades y regiones de nuestro país.
–¿Cómo describiría su tipo de liderazgo ¿Se siente satisfecha con la manera en que lo ejerce?
–Creo que son otros quienes deberían juzgar mi labor. Siempre he tratado de actuar procurando el equilibrio de todas las fuerzas políticas aquí representadas, respetuosa de la pluralidad y de leyes. Mi liderazgo trata de basarse en una integridad política comprobada y un comportamiento institucional demostrando así el compromiso que tengo con las causas más importantes de mi país.
–Si hubiera que tomar una sola gran medida desde su ámbito de responsabilidad en beneficio de las mujeres, ¿cuál sería?
–Seguir impulsando legislación para construir políticas públicas con perspectiva de género, y continuar con la lucha para acabar con lastres como la violencia y la discriminación contra la mujer.
–¿Qué valoración tiene del manejo que los medios de comunicación han hecho de su responsabilidad desde su condición de mujer?
–Los medios de comunicación se han portado conmigo de manera excelente. No hablo de una consideración por ser mujer, me han criticado, pero siempre ha sido a mi desempeño como política. Y eso está bien.
–¿Cómo desea trascender? (La huella personal y la pública)
–Como una política seria, feminista valiente, respetuosa de la legalidad e impulsora de acuerdos en beneficios de la población, con una visión de futuro más allá de los meros incentivos coyunturales.
–¿Ha tenido la posibilidad de reflexionar con serenidad sobre agresiones, críticas y descalificaciones que haya recibido y pensar cómo debe reaccionar frente a éstas?
–Las críticas constructivas siempre serán bienvenidas y procuro actuar con madurez política considerando las inherentes actitudes, no siempre tersas, del debate político. Defiendo permanentemente mis posturas personales, pero trato de ser receptiva ante otras ópticas.
–¿En un ejercicio de autocrítica ha detectado algún patrón patriarcal en su manera de ejercer el cargo o tomar decisiones?
–A lo largo de mi carrera, cuando menos de manera consciente, he procurado no reproducirlos.
–¿Qué valoración tiene del manejo que los medios de comunicación han hecho de su responsabilidad desde su condición de mujer?
–No tengo más que palabras de agradecimiento para todos los medios de comunicación y sus representantes en la Cámara de Diputados. Su profesionalismo y experiencia han sido fundamentales para dar a conocer nuestra labor.
El dato
Pendiente
- Marcela Guerra afirma que todavía falta que las mujeres tengan un empoderamiento real, el cual no lo da sólo el cargo, sino las acciones que lo hacen realidad.
EL EDITOR RECOMIENDA



