Registran por primera vez una salamandra Tarahumara en santuario de Chihuahua

El hallazgo del Ambystoma rosaceum confirma las buenas condiciones ecológicas del Santuario Cotorra Serrana Occidental en Madera, Chihuahua

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La imagen muestra a un ejemplar adulto de salamandra Tarahumara (Ambystoma rosaceum) sobre musgo y hojarasca en el Santuario Cotorra Serrana Occidental, en Chihuahua. Su cuerpo es café oscuro con puntos claros, y se encuentra en un ambiente húmedo, adecuado para su conservación.

Personal del recientemente creado Santuario Cotorra Serrana Occidental, ubicado en Madera, Chihuahua, logró el primer registro de un ejemplar adulto de salamandra Tarahumara (Ambystoma rosaceum).

El hallazgo ocurrió después de que la Brigada de Contingencia Ambiental del Área Natural Protegida (ANP) reportó la presencia de un “ajolote” fuera del agua, durante la construcción de una brecha cortafuego. El ejemplar fue reubicado de inmediato en el arroyo.

Aracely Duarte y Manuel Pacheco, responsables de este grupo de la ANP, lo buscaron y confirmaron que no se trataba de un ajolote, sino de una salamandra.

Ante el descubrimiento, tomaron registro y evidencia fotográfica, para luego retirarse del sitio y dejar al ejemplar en paz.

La salamandra Tarahumara es una especie de anfibio endémica de México y está enlistada en la Norma Oficial Mexicana 059 como “sujeta a protección especial”.

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Vista frontal de un ejemplar adulto de salamandra Tarahumara (Ambystoma rosaceum) sobre suelo húmedo cubierto de musgo, en el Santuario Cotorra Serrana Occidental. La imagen resalta sus ojos prominentes, piel brillante y textura corporal, elementos claves para su identificación como especie protegida.

La salamandra Tarahumara fue reubicada en un arroyo tras ser hallada en tierra.

El Ambystoma rosaceum se distribuye en la Sierra Madre Occidental, desde el noreste de Sonora hasta el occidente de Zacatecas, incluyendo Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Aguascalientes, a una altitud de entre mil y tres mil 110 metros sobre el nivel del mar.

Este anfibio presenta un desarrollo indirecto, con una fase larvaria acuática —como los ajolotes— que puede reproducirse en ese estado mediante un proceso llamado neotenia.

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Ejemplar adulto de salamandra Tarahumara (Ambystoma rosaceum) desplazándose sobre roca húmeda y musgo, en un bosque de pino-encino del Santuario Cotorra Serrana Occidental, Chihuahua. Su cuerpo presenta un patrón moteado de tonos oscuros con puntos claros, característico de esta especie endémica.

La coloración y hábitos terrestres permiten identificar a la salamandra Tarahumara.

Sin embargo, en ciertos casos, debido a factores ambientales y biológicos, atraviesan una metamorfosis que da lugar a un individuo adulto: la salamandra. En esta etapa, desarrollan pulmones, pierden las branquias y las membranas entre los dedos.

La salamandra Tarahumara presenta una coloración café oscura con pequeños puntos blancos o amarillos en el dorso y los costados.

Es una depredadora activa que se alimenta de moluscos, pequeños invertebrados, insectos, crustáceos, arácnidos y otros artrópodos.

Aunque de hábitos terrestres, las salamandras deben permanecer cerca de cuerpos de agua. Habitan en bosques de pino-encino a gran altitud, generalmente bajo troncos, entre la hojarasca, en rocas con musgo o suelos húmedos.

Estos cuerpos de agua deben tener buena oxigenación y estar libres de contaminantes, como ocurre en el Santuario Cotorra Serrana Occidental, lo que sugiere que las poblaciones de ajolotes y salamandras en la zona se encuentran en buen estado de conservación.

 

 

«pdg»