Agricultor de Oaxaca pierde más de 30 toneladas de sandías por granizada

Más de 30 toneladas de sandía, próximas a cosechar, perdió Abundio Zarate Talledos, en la reciente tormenta y granizada, luego de una mañana calurosa, cuando el termómetro superó los 40 grados en el municipio de Cuilapam de Guerrero, al sur de la capital de Oaxaca.

En una hora, el granizo extinguió la inversión y el trabajo de varios meses de tres campesinos, asociados en la siembra de sandía, en un terreno de tres cuartos de hectárea”, expuso.

Los daños que causaron las partículas de hielo en el cultivo de Abundio fueron severos, rompieron la cáscara de la fruta, y al derretirse, los surcos donde nacen, crecen y se reproducen las sandias, provocó que quedaran anegadas.

También resultaron siniestrados cultivos de calabazas, cacahuate y árboles frutales de familias campesinas, quienes habían invertido ahorros y esperanzas.

A la fecha no hay una estimación de hectáreas afectadas, en este ni en otros puntos de la región de los Valles Centrales, Mixteca y Sierra Norte, aunque, la realidad es que algunos agricultores lo perdieron todo y no tendrán cosecha este verano.

En Cuilapam de Guerrero la lluvia duró casi 60 minutos, de los cuales 20 fueron de granizo.

Las familias están desoladas por la pérdida de los cultivos, y el pronóstico no es favorable, para las próximas semanas, está previsto mucho calor y humedad, lo que traerá más granizadas”, mencionó.

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Al igual que otros campesinos, Abundio carece del seguro catastrófico que cubra sus cultivos por este tipo de eventualidad, debido alto costo de las pólizas.

La demanda del seguro catastrófico es una vieja promesa de los gobiernos (Federal y Estatal), pero no lo cumplen, no hemos encontrado respuesta”, subrayó.

Lamentó que ningún representante de la Secretaría de Fomento Agropecuario y Desarrollo Rural, del gobierno de Oaxaca, haya recorrido los terrenos siniestrados o escuchado a los pequeños productores, encargados de abastecer el mercado local de las comunidades vecinas de la capital.

Sin embargo, el siniestro no mermó en el ánimo del campesino oaxaqueño, por lo que repartió las sandías entre vecinos y amistades.

En correspondencia, un conocido compartió la historia del Abundio en redes sociales, lo que provocó que decenas de familias lo buscarán y le comprarán las sandías golpeadas, sí, pero muy sabrosas.

Tengo más esperanza en las personas que en las autoridades municipal y estatales. No se dieron por enterados desde sus escritorios y no les importa lo que ocurre en el campo”, concluyó.

JCS