Destapan montaje al generalísimo; 200 años de la captura de Morelos
La supuesta rivalidad amorosa entre el héroe insurgente y Matías Carranco, el militar realista que lo capturó, es un invento de los familiares de éste para lavar su imagen y sacudirse el escarnio, dijo el historiador Carlos Herrejón
CIUDAD DE MÉXICO.
Durante décadas, diversas investigaciones históricas, biografías y guiones cinematográficos aseguraron que José María Morelos y Pavón fue rival de amores de Matías Carranco, el militar realista que cobró notoriedad por haber aprehendido al Siervo de la Nación, el 5 de noviembre de 1815, cuando éste escoltaba al Congreso insurgente en su huída hacia la ciudad de Tehuacán, Puebla.
Se ha dicho también que, una vez muerto Morelos, Carranco hizo vida marital con Francisca Ortiz, la mujer que supuestamente despertó las pasiones de ambos personajes durante su juventud.
Además, se ha contado que el hijo que Morelos tuvo con Francisca —criatura que, para la muerte del héroe insurgente, tenía un año de edad— fue registrado con los apellidos de Carranco, por lo que los familiares de éste se ostentan ahora como descendientes de Morelos.
Hoy, al cumplirse 200 años de la captura del líder insurgente, el investigador Carlos Herrejón Peredo reveló a Excélsior que el pleito amoroso entre Morelos y Carranco fue un invento de los parientes de este último con la finalidad de sacudirse el escarnio del que fueron objeto por la población, pues no sólo son herederos del captor del Generalísimo, sino que se trata de un personaje que desertó de las filas insurgentes para pasarse al bando de los realistas y llevar al héroe al paredón de fusilamiento.
“Los autores de tal versión fueron algunos familiares de Carranco de fines del siglo XIX y principios del XX, junto con un cronista o cuentero local, y algunos burdos falsificadores de documentos”, afirma el historiador Herrejón, quien tiene en imprenta un libro que incluye un apéndice donde mostrará los documentos reales y los que fueron alterados para hacer creer que los Carranco son descendientes de Morelos.
Al preguntarle si la falsificación de dichos documentos aún configura un delito, el autor de libros como Morelos. Vida preinsurgente y lecturas, Morelos. Antología documental y Morelos. La antorcha encendida aseguró: “No creo que haya que emprender acciones contra los Carranco. Culpar a los descendientes por actos de los padres es un prejuicio detestable. Pero en Tepecoacuilco (Guerrero, de donde son originarios) los Carranco tenían que soportar continuas críticas por ello. De ahí el invento de la rivalidad para sacudirse esas recriminaciones. ¡Pero se pasaron! Y ahora resulta que son Morelos”.
Edades que no cuadran
En el libro titulado El Siervo de la Nación y sus descendientes, publicado en 1984 por Leopoldo Carranco Cardoso, descendiente de Matías, se asegura que en Tepecoacuilco, Morelos conoció a Francisca Ortiz, sobrina del hacendado Antonio Gómez Ortiz, de la que se enamoró y a quien el joven José María visitaba cada vez que llegaba con sus recuas a ese lugar; sin embargo, también Matías Carranco pretendía casarse con ella.
“Ante esta situación, y en ausencia de Morelos por sus actividades de arriero, Matías la rapta por la fuerza y se casa con ella, provocando en Morelos una terrible frustración; y, decepcionado, logra entrar al Colegio de San Nicolás, en Valladolid”. Más tarde —añade el texto— en 1811, ya desatada la lucha independentista, Morelos se encuentra a Carranco en Chichihualco (en el hoy estado de Guerrero), pelea con él y le quita a su mujer, con quien procrea un hijo.
Sin embargo, apunta Herrejón Peredo, dicha trama se desmorona al considerar las edades de sus protagonistas. En 1792, cuando Morelos ingresa al seminario de Valladolid, era un hombre de 27 años, mientras que Carranco, su supuesto rival de amores, era un niño de apenas siete años de edad, pues hay registro de que nació en 1785, es decir, 20 años después que Morelos.
¿Doble paternidad?
Otra de las historias que se han construido en torno al trío Morelos-Francisca-Carranco es el “rebautizo” del hijo de Morelos.
Un artículo de la Enciclopedia Guerrerense sostiene que “en 1814, Carranco llega subrepticiamente ante Francisca, en Tepecoacuilco, y vuelve a llevársela, pero ahora con el pequeño hijo de Morelos, a quien vuelve a bautizar haciéndolo pasar por hijo suyo. En abril de 1819 Francisca muere en su pueblo, hecho asentado en el acta de defunción correspondiente, levantada en ese lugar y signada por el sacerdote Tomás del Moral”.
Pero todas son patrañas, exclama Carlos Herrejón, quien es investigador del Colegio de Michoacán, miembro de la Academia Mexicana de Historia y uno de los más destacados expertos en la etapa de la Independecia.
“Matías Carranco sí tuvo un hijo, pero éste fue José Vicente Carranco y fue bautizado a los dos días de nacido en 1820, como hijo de Matías Carranco y de Abelina Marquina. Ninguna Francisca Ortiz. Ésta se hallaba en Oaxaca al menos desde mediados de 1815”, establece.
El investigador asegura que Francisca Ortiz nunca conoció a Carranco. “El hijo de Morelos fue José Ortiz, nacido muy probablemente en Oaxaca en la primera mitad de 1814. No se sabe si llegó a edad adulta”.
Y sobre los restos de Francisca Ortiz que supuestamente están en Tepecoacuilco, Herrejón Peredo tiene fundadas sospechas de que el acta de defunción fue alterada para hacer creer que sí hubo una relación con Carranco.
Y reta a la familia: “Si no es así, que devuelvan un libro de defunciones y un misal de la parroquia de Tepecuacuilco”, documentos que comprobarían el montaje.
Carlos Herrejón asegura que la relación amorosa o meramente carnal entre Morelos y Francisca Ortiz se dio sólo en Acapulco, durante el largo sitio del fuerte, en la primera mitad de 1813.
“Antes sólo la conoció en Oaxaca de donde era originaria y formaba parte del personal de servicio de Morelos”.
De dicha relación nació José Ortiz, quien vio la luz a principios de 1814, y desde entonces vivió en Oaxaca con su madre. Durante los juicios a Morelos, tras ser aprehendido en Temalaca, hoy hace dos siglos, el Siervo de la Nación confesó haber procreado dos hijos: Juan Nepomuceno Almonte, con Brígida Almonte, nacido en 1803, y José Ortiz, con Francisca Ortiz.
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