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Nacional

La Nochebuena busca su raíz mexicana

En México no hay patentes de esta planta de sombra y, en cambio, otros países tienen hasta 500 registros; Sagarpa asegura que en tres o cuatro años se tendrá la primera variedad nacional

Ernesto Méndez/Enviado | 15-12-2013

TETELA DEL MONTE, Morelos, 15 de diciembre.— Tan mexicana como el nopal, la Flor de Nochebuena tiene su centro de origen en la reserva ecológica El Texcal, entre los municipios de Cuernavaca y Jiutepec, en el estado de Morelos, donde aún es posible encontrar a su pariente silvestre conocido como Cuetlaxóchitl, que en náhuatl significa “Flor de pétalos resistentes como el cuero”.

A pesar de su belleza, arraigo y éxito comercial, México no tiene ninguna patente de sombra (o de maceta) registrada de Flor de Nochebuena, todos los títulos de obtentor pertenecen a Holanda, Alemania, Dinamarca, Francia, Estados Unidos y Canadá, que con la manipulación genética, han creado a lo largo de los años alrededor de 500 variedades, en colores, formas, tamaños y texturas.

La Ley Federal de Variedades Vegetales define a un obtentor como “la persona física o moral que mediante un proceso de mejoramiento haya obtenido y desarrollado, una variedad vegetal de cualquier género y especie”.

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) realiza esfuerzos junto con las universidades autónomas de Chapingo, Estado de México y Morelos, así como el Colegio de Posgraduados, para encontrar alguna variable de sombra que pueda ser registrada por nuestro país, lo que reduciría en alrededor de 10% los costos para los productores, porque ya no tendrían que pagar regalías por el uso de tecnología desarrollada en el exterior.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) estima que en tres o cuatro años ya se podría tener una variedad mexicana para maceta reconocida a escala internacional.

Rafael Ambriz Cervantes, delegado de la Sagarpa en Morelos, explicó que los estudios más avanzados se refieren a mejoramiento genético por cruzamientos entre las mejores plantas y mutagénesis, donde se busca modificar el mapa genético de la Flor de Nochebuena por medio de rayos gamma.

“Se lleva un esqueje o pedacito de tallo al Instituto de Investigaciones Nucleares y se coloca en una cámara especial, donde recibe rayos de cobalto 60, para tratar de inducir un cambio drástico en sus genes; posteriormente se siembra para producir una planta y observar cuáles fueron las modificaciones que le provocaron las radiaciones”, detalló.

El doctor en Ciencias Agropecuarias y Desarrollo Rural precisó que hay plantas que se desechan totalmente porque son “monstruosas”, pero resultan otras que cuentan con características que pueden servir para crear una variedad registrada.

Comentó que hasta ahora, la Universidad Autónoma de Chapingo y el Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable de Cuernavaca tienen el título de obtentor de nueve plantas de Nochebuena pero de sol, que se siembran a la intemperie, en parques, jardines y camellones.

“Las plantas más cotizadas son de sombra, porque son flor de corte y de poca altura, en cambio, las de sol dan rama y después emiten la flor en lo alto”, describió el delegado de la Sagarpa en Morelos.

Registros del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), dependiente de la Sagarpa, establecen que las variedades mexicanas llevan los nombres de Amanecer Navideño, Belén, Corona, Estrella, Juan Pablo, Rehilete, Tete, Valenciana y Valsu.

El título de obtentor protege por 18 años al solicitante que mediante un proceso de mejoramiento haya desarrollado una variedad vegetal de cualquier género y especie, que deberá ser nueva, distinta, estable y homogénea.

Al ser una propiedad intelectual, los distintos tipos de Flor de Nochebuena son susceptibles de ser víctimas de la biopiratería, por parte de quienes buscan ahorrar dinero en la producción y no comprar los esquejes (tallos) a los dueños de las patentes.

De acuerdo con datos proporcionados por Federico Martínez Martínez, presidente del Consejo Mexicano de la Flor, que agrupa a 20 mil productores de plantas ornamentales en territorio nacional, aproximadamente 50 por ciento de los 30 millones de Nochebuenas que se producen al año en el país no pagan regalías.

“Las empresas autorizadas con licencias de propagación hablan de ventas de alrededor de 15 a 16 millones de esquejes, así que ahí podemos darnos una idea de cuál es la situación”, apuntó.

El también director general de la empresa especializada Plántulas de Tetela advirtió que quienes incurren en esta violación a la Ley de Protección de Variedades Vegetales tienen “ahorros” mal entendidos, porque la calidad del material vegetativo no es la misma y ocasiona muchos problemas en la producción, por lo que terminan gastando más dinero al comprar a un “propagador pirata”.

“Desgraciadamente, México es un país donde todavía hay mucha producción que no paga las regalías correspondientes”, lamentó el ingeniero agrónomo.

Al respecto, Mariano Alejandro Oropeza Sosa, presidente del Consejo Estatal de Productores de Plantas Ornamentales de Morelos, aseguró que cuando se propaga una especie de manera informal, la variedad va perdiendo sus cualidades hasta que se agotan, generando un descontento en el productor y en el consumidor final.

Poinsettia

Considerada como el símbolo mundial de la Navidad, la Flor de Nochebuena salió de territorio nacional entre 1825 y 1830 por conducto de Joel Roberts Poinsett, primer embajador de Estados Unidos en México, quien la llevó a su país, donde comenzaron a trabajar en su mejoramiento genético.

Los resultados fueron tan buenos que la planta recibió el sobrenombre de Poinsettia, en honor al nombre del diplomático estadunidense, quien contaba con estudios en botánica.

En la época prehispánica, los códices Florentino y Valeriano daban cuenta de la presencia de la Flor de Nochebuena en el jardín botánico de Moctezuma, en Oaxtepec, donde el tlatoani disfrutaba de su belleza y la ofrecía como ofrenda a los dioses, ya que era considerada como un ente mágico, debido a que sus hojas cambiaban de color durante el invierno.

Actualmente, el Consejo Estatal de Productores de Plantas Ornamentales de Morelos, presidido por Mariano Alejandro Oropeza Sosa, encabeza una iniciativa junto con el municipio de Taxco de Alarcón, Guerrero, para que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconozca a la Flor de Nochebuena como patrimonio de la humanidad y símbolo mundial de la paz y la armonía.

La solicitud –tramitada desde hace cinco años– pretende convertir a esta flor mexicana en un estandarte de amistad entre los pueblos, dado que en la Navidad disminuye la tensión entre los gobiernos, hay tregua en las guerras y se reduce la violencia.

Adorno navideño

La Nochebuena (Euphorbia pulcherrima) se cultiva en su gran mayoría en invernadero en una superficie de 300 hectáreas, lo que genera tres mil 200 empleos directos y alrededor de nueve mil 600 indirectos en el país.

Las entidades con mayor producción son Morelos (34.5%), Michoacán (21.5%), Distrito Federal (16.9%), Jalisco, Estado de México y Oaxaca (15.7%).

La Sagarpa dio a conocer que nueve de cada 10 flores de Nochebuena que se consumen en México son rojas y el resto blancas, rosas, jaspeadas, moteadas y marmoleadas.

México ocupa el cuarto lugar en el mercado internacional de flores de Nochebuena, superado por Estados Unidos, Alemania y Holanda.

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