BRICS abraza a Sudamérica
El grupo integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica ofreció su banco a los Estados de la Unasur
RÍO DE JANEIRO, 17 de julio.– De la misma forma que en la quinta cumbre del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) el año pasado en Durbán, el anfitrión y Presidente sudafricano invitó a varios mandatarios del continente a estrechar lazos con el bloque, esta vez Dilma Rousseff no quiso ser
menos.
Con el afán de abrir los brazos a América del Sur, los cinco países emergentes se reunieron ayer con los líderes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) en Brasilia.
Ambos grupos tienen interés en acercarse por compartir regiones ricas en petróleo y materias primas, además de que varios de ellos son críticos respecto a la hegemonía estadunidense y europea en el ámbito global.
Los representantes aprovecharon el encuentro para explicar el funcionamiento del Banco de Desarrollo que se presentó el martes en Fortaleza y servirá para financiar proyectos de infraestructura sostenible en los países miembros, además de dar préstamos a otras naciones fuera del grupo.
También presentaron el Acuerdo de Reservas de Contingencia que brindará a sus miembros unos servicios parecidos a los que ofrece el Fondo Monetario Internacional, es decir, un núcleo de reserva para proporcionar estabilidad monetaria y ayudar a los Estados en caso de sufrir dificultades con sus balanzas
de pago.
Argentina podría ser uno de los países interesados en sacar partido a este último acuerdo por sufrir una deuda crónica. Sin embargo, tan sólo empezaría a funcionar a partir de 2016, coincidiendo con los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro.
“Hoy vamos a dar un paso muy importante. Ayer también se dio uno con la creación del Banco. También lo dimos nosotros (Unasur) cuando creamos el Banco del Sur”, recordó la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
Dilma Rousseff, por su parte, aclaró que “tendremos una mirada generosa con los países en desarrollo”.
Estos nuevos acuerdos que firmó el bloque de las cinco potencias emergentes podrían representar un nuevo paso en la búsqueda de una nueva arquitectura financiera internacional, ya que al menos en principio, hacía tiempo que no se materializaban convenios tan importantes.
EL EDITOR RECOMIENDA





