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'No quiero ser otro caso de feminicidio'; acusa a exesposo de ataque

Rosaura teme por su seguridad, tras haber sido baleada afuera de la escuela de su hija; mantiene un juicio de custodia y manutención con su expareja a quien señala como su agresor

Carlos Jiménez | 27-01-2020
'No quiero ser otro caso de feminicidio'; acusa a exesposo de ataque
Foto: Carlos Jiménez.

CIUDAD DE MÉXICO.

Rosaura teme por su seguridad, luego de que fue baleada afuera de la escuela de su hija el pasado 22 de enero en la alcaldía Benito Juárez, “tengo mucho miedo, temo por mi vida y por la de mis hijos, no quiero ser un caso más de feminicidio”.

Ella sospecha de su expareja, Jesús Gabriel ‘N’, quien dice ser una persona influyente y con quien mantiene un juicio por la custodia y manutención de su hija de tres años de edad.

En el mismo sitio dónde fue víctima de un ataque a mano armada, dos meses atrás había sido golpeada. En aquella ocasión acudió a la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) local a denunciar violencia, pero le dijeron que como sus lesiones tardaban en sanar más de 15 días, fuera a un juez cívico a denunciar.

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En noviembre fui al Ministerio Público y ahí me dijeron que las lesiones no eran graves y que tenía que acudir al juzgado cívico y dar los nombres de las personas que me golpearon”.

Rosaura denuncia que su expareja la mantiene vigilada y amagan con quitarle a su hija.

En todo momento he sufrido acoso por parte de mi expareja y sus empleados. Se la pasan vigilándome. Él me dijo que no me iba a dar nada y me iba a quitar a mi niña; que ya tenía arreglado todo con el juez; que el juicio se iba a tardar, lo que yo me quisiera gastar”, relata.

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Las amenazas parecen ciertas, pues el juez que lleva el caso muestra total parcialidad hacia él, asegura la mujer. Incluso ha intentado hablar con su familia y amigos, uno de ellos en una ocasión le dijo “ya déjalo así porque los accidentes ocurren”.

El pasado miércoles Rosaura fue agredida a balazos afuera de la escuela de su hija, cuando cruzaba para subir a su automóvil. Le dispararon en cuatro ocasiones, uno de ellos que iba dirigido a su pecho quedó incrustado en su teléfono celular.

Un proyectil si alcanzó a entrar en su cadera, los médicos le dijeron que no podían extraerla.  

 

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