Quedó una cicatriz; a un año del horror

Adolfo Ríos, quien era presidente del club Gallos, siente que la Femexfut actuó de manera instintiva sin pensar en el daño que hicieron a mucha gente con las sanciones impuestas

Los responsables de la riña en Querétaro de hace un año están libres, dice Adolfo Ríos.
Adolfo Ríos fue el único castigado tras la violencia en Querétaro. Foto: AFP

Las imágenes siguen siendo crudas, sobre todo porque a un año de distancia parece que nada ha cambiado.

La brutalidad de una batalla campal en un partido sin más rollo que el de completar una jornada del futbol mexicano, hizo emerger los peores defectos del futbol mexicano transmutados desde la cancha, a las tribunas pasando por los despachos de las Liga MX.

Al minuto 60 del Gallos contra Atlas, los golpes, las armas blancas, la gente tirada en el cemento en un charco de sangre y la mala información hicieron un cóctel de histeria alrededor de una de las grandes fallas del futbol mexicano: la seguridad en los estadios.

Hubo cateos, 26 detenidos presentados a disposición que tras deliberaciones fueron puestos en libertad al no haber muertes que condenaran y en el plano deportivo, un chivo expiatorio, Adolfo Ríos, quien fungía como presidente de los Gallos, castigado primero cinco años por la Femexfut y después rebajado a uno.

“Las decisiones precipitadas de la Femexfut dejaron a mucha gente sin trabajo. Yon de Luisa salió a decir que nadie saldría perjudicado y no fue verdad. Quisieron imponer una forma de jusitica cuando los primeros responsables fueron los comisarios de la Liga por permitir que el juego se llevara a cabo”, expresa Ríos desde Querétaro, donde radica.

El castigo para Adolfo Ríos fue extraño por cómo se dieron los sucesos.

“El que redactó el dcoumento de las sanciones fue Víctor Guevara, director  de operaciones y competiciones, cuando varías veces me llamó para decirme que estuviera tranquilo, igual me lo dijo Iñigo Riestra, el secretario general.  Por supuesto que apelé su sanción ridícula y en la Asamblea de dueños me rebajan cuatro años y aun así reclamé el año de suspensión, pero me dijeron que ya no podían hacer nada, que correspondía al comité de Primera División, es decir entre ellos enredan todo”.

Cuando explotó todo, entiende Adolfo Ríos que hubiera necesidad de justicia, pero a un costo tal que acarreó serios problemas a Gallos de Querétaro como franquicia.

“Gente como la que estaba en la directiva invirtió su capital y me queda claro que los poderosos hacen que los que tienen buenas intenciones se alejen. Hoy en día el equipo está desahuciado porque sus dueños no lo quieren y están esperando venderlo con un porcentaje en cero, así que deportivamente es difícil competir”.

Los jugadores y sus familias fueron embargadas por la tristeza y el penar de jugar sin apoyo en las gradas. Gallos de por sí, batallaba al ser la nómina más baja del futbol mexicano, “pero aun así logramos traer a jugadores que daban otra cara al jugar, no quiero decir que ahora no lo hagan con Mauro Gerk, que ha hecho mucho para las condiciones que le dieron, pero era otro el ambiente”, apunta Ríos.

Y es que a partir de lo sucedido en las tribunas con el horror de la violencia, deportivamente Gallos terminó por morir.

“Porque jugadores que no entran en planes en Tijuana o que tienen regados en otros lados, fueron mandados a Querétaro”.

A un año de lo sucedido, Adolfo Ríos se siente con la mente en paz y sin remordimientos, “todo lo que tenga que ver con las personas que entren a un estadio es parte del proceso de la Femexfut. Con todo esto se corrió el riesgo de prohibir a México asistir al Mundial de Qatar, no fue así y parece que todo vuelve a la normalidad”.

 

Sebastián Estremo

A Querétaro no vuelvo a ir nunca: aficionado del Atlas

Testigo de la batalla campal, sigue creyendo que fue una emboscada

Christian Mendoza

A un año de la barbarie en La Corregidora, el futbol mexicano sigue convulso. Se volvió un estigma ir a un estadio ajeno.

“¡A Querétaro no vuelvo!”, dice sin titubeos Sebastián Estremo, seguidor del Atlas que estuvo aquella tarde del 5 de marzo del 2022.

Dice ser un afortunado porque no fue hospitalizado como otros a causa de lo que a su juicio, fue una  emboscada.

“Llegué temprano para conseguir boleto. Cerca de la taquilla, gente que trabajaba ahí nos decía que no nos quedáramos mucho tiempo porque nos estaban preparando una sorpresa”.

Sebastián Estremo no encuentra comparación en aquel día con el resto de las veces que acompañó a la porra del Atlas.     

Las señales se atizaron durante los filtros para ingresar al estadio y que les generaron una inexplicable vulnerabilidad.

“Las mentadas de las porras locales son normales, pero lo sospechoso fue que nunca me habían cateado como esa vez. No permitían ingresar monedas, anillos ni sudaderas. Ya adentro estábamos enjaulados en la zona visitante”.

La inquietud que le generó el riguroso filtro no se esfumó ni con el gol del rojinegro Julio Furch.  A los 60 minutos se suspendió por la agresiva campal.

“En la cabecera del Querétaro vi un pleito entre ellos. Pero el momento culminante fue cuando les abrieron la reja y empezaron a correr a nuestra jaula.

“Yo la libré por centímetros”, recuerda, por una botella de vidrio que voló cerca de su rostro y que terminó por romperse en la humanidad de otra persona.

“Escapamos a la cancha y de ahí a los vestidores, pero no estábamos seguros porque había gente persiguiendo con palos  y navajas”.

 

La liga asegura que no quiere perjudicar a las porras

Mikel Arriola negó una persecución contra los grupos de animación. Éstos “son importantes; vamos contra los violentos”, señaló el presidente ejecutivo de la Liga MX.

“Las porras son una figura que han acompañado a los clubes de manera importante. No hay política o perjuicio contra ellos, sólo queremos que estén identificados. No era correcto no saber quiénes son.

A un año de los actos violentos en La Corregidora, la Liga prohibió que las barras se hicieran presentes en los juegos de visitante de sus respectivos clubes.

“En la prohibición hemos sido parejos, cuando eso no pasa el comisario lo reporta y hemos visto siete sanciones. Cualquier persona puede ir a apoyar a su equipo, pero no queremos que lleguen como grupo”.

De igual manera, el mandamás de la Liga admitió irregularidades el pasado 5 de marzo de 2022. “El año pasado uno de los elementos investigados es que los policías de la seguridad privada no estaban identificados, también vimos ausencia de elementos de seguridad pública”. El estadio La corregidora abrirá de nuevo el 19 de marzo.

Christian Mendoza

 

No se pudo en esta fecha, aplazan un mes más

El estadio Azteca opera sin la obligación de pedir el Fan ID. Será hasta la recta final del Clausura2023 que los aficionados deberán estar dados de alta para ingresar a cualquier estadio.

De acuerdo con Mikel Arriola, presidente ejecutivo de la liga,  desean al menos un 80 por ciento de registros, es decir, cerca de un millón en un mes. El límite lo habían puesto para la fecha 10, pero no lograron el objetivo.

“Hemos visto un incremento gradual del número de registros.  Planeamos llegar a la Jornada 14 ó 15 al 80 por ciento, ahí nos vamos a sentir cómodos para pedirlo”, dijo.

Según cifras de la Liga, hay 515 mil 833 registros de Fan ID, en un periodo del 17 de noviembre al 27 de febrero. Sin embargo, staff del Estadio Azteca exhorta a los visitantes a tener listo su Fan ID.

Christian Mendoza

Temas relacionados:

COMPARTIR EN REDES SOCIALES

SÍGUENOS